Equipos de docentes y estudiantes de la UMSA desarrollaron estudios hasta conformar proyectos de prefactibilidad. Corresponde ahora a los organismos administrativos del Estado y del departamento poner en ejecución estos trabajos de indudable valía, fruto del trabajo académico.
Equipos de investigación, constituidos por docentes y estudiantes de distintas carreras de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), elaboraron proyectos de prefactibilidad encaminados a impulsar el desarrollo económico y social del departamento de La Paz, que se halla tan necesitado de aunar esfuerzos para alcanzar el desarrollo anhelado.
Más allá de la importancia que tienen tales trabajos, lo más destacable es que resulta ser la primera vez que de la UMSA emergen estudios, iniciativas, que están en condiciones de ser aplicadas prontamente , porque se pasó de la simple propuesta al estudio exhaustivo de sus posibilidades reales de ejecución.
En otros términos, para dar una mejor pauta del significado de la labor cumplida para llegar a la prefactibilidad, resulta pertinente señalar que ahora sólo debe efectuarse una constatación técnica para determinar su factibilidad inmediata. En el caso de una carretera —por ejemplo— se necesita estudiar no sólo el trayecto que se espera cubrir, sino todas las implicaciones que tiene un trabajo de tal naturaleza.
Los estudios presentados demandaron ocho meses y para el diseño de las propuestas de prefactibilidad se incluyeron también los de mercado, planes de inversión, planes operativos, uso de recursos tecnológicos y otros pormenores.
Al menos, todo ello se explicó en ocasión de efectuarse el acto de entrega de los anteproyectos, en el paraninfo universitario, la semana pasada, por parte de las autoridades de la UMSA, los conductores de los estudios y de la autoridad gubernamental que recibió los anteproyectos.
La coordinación para llevar adelante los emprendimientos involucró al Servicio Informativo Especializado en Investigación, Ciencia y Tecnología; al Departamento de Investigación Posgrado e Interacción Social; y a la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA.
Sobre estas bases se expusieron las características y alcances de los cinco anteproyectos de factibilidad, que son:
-Producción de enzimas de origen microbiano en una planta piloto, como estrategia previa a la transferencia segura de tecnología para los sectores: agropecuario, manufacturero, industrias de alimentos y productos químico-farmacéuticos; su coordinador fue el doctor Enrique Terrazas.
-Industrialización del tarwi en el municipio de Carabuco, dirigido por el ingeniero Miguel Yucra.
-Comercio justo de la fibra de llama, mejoramiento del acopio y clasificación de pelos del auquénido en el municipio de Viacha, para mejorar las condiciones socioeconómicas del área, cuyo conductor fue Osvaldo Terán Mondragón.
-Instalación de un Centro de Negocios Electrónicos piloto para reducir la brecha digital en el municipio de Coroico, que tuvo como su responsable a Marcelo Álvarez.
-Recuperación de oro a partir de minerales refractarios (piritas auríferas), lo que tendería a reducir el uso del mercurio, que es dañino para el medio ambiente, habiendo tenido como coordinador a Armando Álvarez.
Corresponde ahora a los organismos administrativos del Estado y del departamento poner en ejecución estos proyectos de indudable valía, fruto de un trabajo académico.
Equipos de investigación, constituidos por docentes y estudiantes de distintas carreras de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), elaboraron proyectos de prefactibilidad encaminados a impulsar el desarrollo económico y social del departamento de La Paz, que se halla tan necesitado de aunar esfuerzos para alcanzar el desarrollo anhelado.
Más allá de la importancia que tienen tales trabajos, lo más destacable es que resulta ser la primera vez que de la UMSA emergen estudios, iniciativas, que están en condiciones de ser aplicadas prontamente , porque se pasó de la simple propuesta al estudio exhaustivo de sus posibilidades reales de ejecución.
En otros términos, para dar una mejor pauta del significado de la labor cumplida para llegar a la prefactibilidad, resulta pertinente señalar que ahora sólo debe efectuarse una constatación técnica para determinar su factibilidad inmediata. En el caso de una carretera —por ejemplo— se necesita estudiar no sólo el trayecto que se espera cubrir, sino todas las implicaciones que tiene un trabajo de tal naturaleza.
Los estudios presentados demandaron ocho meses y para el diseño de las propuestas de prefactibilidad se incluyeron también los de mercado, planes de inversión, planes operativos, uso de recursos tecnológicos y otros pormenores.
Al menos, todo ello se explicó en ocasión de efectuarse el acto de entrega de los anteproyectos, en el paraninfo universitario, la semana pasada, por parte de las autoridades de la UMSA, los conductores de los estudios y de la autoridad gubernamental que recibió los anteproyectos.
La coordinación para llevar adelante los emprendimientos involucró al Servicio Informativo Especializado en Investigación, Ciencia y Tecnología; al Departamento de Investigación Posgrado e Interacción Social; y a la carrera de Ingeniería Industrial de la UMSA.
Sobre estas bases se expusieron las características y alcances de los cinco anteproyectos de factibilidad, que son:
-Producción de enzimas de origen microbiano en una planta piloto, como estrategia previa a la transferencia segura de tecnología para los sectores: agropecuario, manufacturero, industrias de alimentos y productos químico-farmacéuticos; su coordinador fue el doctor Enrique Terrazas.
-Industrialización del tarwi en el municipio de Carabuco, dirigido por el ingeniero Miguel Yucra.
-Comercio justo de la fibra de llama, mejoramiento del acopio y clasificación de pelos del auquénido en el municipio de Viacha, para mejorar las condiciones socioeconómicas del área, cuyo conductor fue Osvaldo Terán Mondragón.
-Instalación de un Centro de Negocios Electrónicos piloto para reducir la brecha digital en el municipio de Coroico, que tuvo como su responsable a Marcelo Álvarez.
-Recuperación de oro a partir de minerales refractarios (piritas auríferas), lo que tendería a reducir el uso del mercurio, que es dañino para el medio ambiente, habiendo tenido como coordinador a Armando Álvarez.
Corresponde ahora a los organismos administrativos del Estado y del departamento poner en ejecución estos proyectos de indudable valía, fruto de un trabajo académico.
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