Las once universidades públicas del país que actualmente soportan una aguda crisis presupuestaria y sobresaturación de alumnado, recibirán en 2010 a 30.000 nuevos estudiantes —lo que equivale a un crecimiento vegetativo del 8,2 por ciento— según estimación del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB).
Estas casas de estudio que conforman el Sistema de la Universidad Boliviana, albergan actualmente a 350 mil alumnos, que en 2010 llegarían a 380.000.
Eduardo Cortez, secretario ejecutivo de la CEUB, se quejó de que “el Gobierno nos ha dicho que no tiene recursos para cubrir el déficit que actualmente sufrimos, ya que se concentrará en las universidades indígenas”.
El funcionario reconoció que el Ministerio de Economía y Finanzas les propuso una alternativa de solución a través del Programa de Desempeño Institucional Financiero (PDIF), un instrumento de “disciplina fiscal y financiera de las instituciones públicas” que el Gobierno creó a través del Decreto 29141 de 2007.
Este recurso faculta a las entidades con problemas económicos a solicitar al Ejecutivo la apertura de una cuenta de previsión en el Banco Central de Bolivia con un monto equis que será calculado por técnicos del Ministerio de Economía, y que deberá honrarse con la reprogramación de asignaciones a futuro.
“Sin embargo —señala Cortez— esta medida implica el cumplimiento de algunos indicadores económicos que los técnicos de esta cartera elaborarán para cada universidad de acuerdo con la situación de déficit que presenten”.
Una de las condiciones del Ejecutivo para otorgar este beneficio es la reducción del personal docente y administrativo, y la implementación de proyectos para generar recursos propios.
Según datos del Viceministerio del Tesoro, hasta el momento tres universidad públicas se acogieron a este programa: Juan Misael Saracho de Tarija, Gabriel René Moreno de Santa Cruz y la Amazónica de Pando.
No obstante, Cortez advirtió que esta medida “podría causar el incremento de las matrículas de inscripción, la reducción de sueldos y beneficios a los trabajadores, y afectar además a la autonomía”. Además de las tres instituciones citadas, el funcinario reconoció que “bajo presión” otras se podrían sumar al planteamiento, “porque no les queda otra, ya que la administración se les está yendo de las manos”.
Carlos Cabrera, rector de la universidad pública tarijeña, comentó que esta casa de estudios ingresó al PDIF hace 15 días porque “no quedaba otra ante la crisis heredada de otras gestiones, y que inclusive llevó al Consejo Universirario a considerar un posible cierre. Nos vimos obligados a tomar medidas heroicas —como reducir personal y bajar categorías— para disminuir el déficit y lograr que el Gobierno nos habra una cuenta de 100 millones de bolivianos”.
Cabrera dijo, empero, que antes de firmar el convenio, el Consejo de la “Juan Misael Saracho” puso algunas condiciones: que el convenio sea a largo plazo y con una baja tasa de interés; y que se les otorgue dos años de gracia al capital para que con ese dinero se indemnice al personal que deberá ser despedido y recontratado con salarios entre 15 y 30 por ciento menores.
La “Gabriel René Moreno” ingresó al programa hace tres meses, según Óscar Callejas, rector interino, a cambio de una cuenta —de la que no precisó la cifra— “imprescindible para cancelar los beneficios sociales de los docentes en edad de jubilación”.
Callejas explicó que “para cumplir lo que establece la Ley Financial, que ningún funcionario público puede ganar más de 15.000 bolivianos, se tuvo que bajar de categoría a 300 docentes, dándoles antes sus beneficios”. Otra medida es que al año esta “U” recibirá sólo a 11.000 estudiantes y no a los 17.000 que aceptaba en los últimos tres.
A pesar de sus dificultades, hay universidades como la de San Simón (UMSS) de Cochabamba y San Andrés (UMSA) de La Paz que no se acogieron al plan. El rector de la UMSS, Juan Ríos del Prado, aseguró que pese a que sus ingresos se redujeron y el déficit llegó a 21 millones de bolivianos, esa casa de estudios no aceptará el PDIF.
Ríos dijo que aún intentarán dialogar para que las autoridades entiendan que el crecimiento de alumnado les obliga a subir sus gastos. “Por ejemplo —aclaró— está previsto que en 2010 recibamos a 10.000 nuevos alumnos, lo que implica casi un 20 por ciento de aumento”.
La rectora de la UMSA, Teresa Rescala, dijo que si bien no tienen problemas financieros graves, “hay preocupación por las por las medidas presupuestarias anunciadas para 2010”. Las universidades públicas de Oruro, Potosí, Sucre, Beni y El Alto aún no tomaron una decisión.
Emiten documento con demandas
El secretario ejecutivo del Comité de la Universidad Boliviana (CEUB), Eduardo Cortez, informó que las universidades públicas han presentado al Gobierno un documento denominado Demanda del Sistema Público Universitario con el próposito de aminorar la crisis en 2010.
Entre los puntos más importantes del documento se propone un incremento del 20 por ciento a la subvención ordinaria para 2010 (en 2009 bordeó los 700 millones de bolivianos), lo que permitirá —según los solicitantes— compensar la rebaja de ingresos que están sufriendo las casas de estudio por la pérdida de recursos por la emisión de títulos de bachiller, que llegaba a 22 millones de bolivianos, y que desde este año es gratuita. Según Cortez, este aumento permitirá atender el crecimiento vegetativo que año tras año experimentan las universidades, y compensar el índice de inflación del país.
En cuanto a la disminución de ingresos por coparticipación tributaria y por el Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) —que se calcula en 69 millones de dólares para 2010—, el documento exige que el Ejecutivo busque mecanismos de compensanción para que las universidades no se resientan de recursos.
“En el tema del IDH —agregó— se solicitará la revisión de los actuales techos presupuestarios y que ese haga gestiones para que las universidades no pierdan ni vean disminuidos sus ingresos”.
Para destacar
En Bolivia hay 11 universidades públicas; 9 en capitales de departamento además de las de Llallagua y El Alto.
Estas casas de estudio forman parte del Sistema de la Universidad Boliviana.
Sólo dos universidades privadas de todo el país lograron el reconocimiento de este sistema.
Se trata de la Universidad Católica de Bolivia (UCB) y la Escuela Militar de Ingeniería (EMI).
El Gobierno recortará recursos a las universidades públicas para sostener las casas de estudio indígenas.
El sistema universitario hizo llegar un documento con solicitudes de mejora presupuestaria.
Las “U” de La Paz y Cochabamba rechazaron propuesta de crédito
Las casas de estudio deben despedir personal y bajar sueldos
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