Ilsen Román es una profesora rural guaraní, de 30 años, que salvó su vida gracias a la intervención de un equipo de estudiantes, docentes y voluntarios de la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) y de la Caja Nacional de Salud (CNS), que llegaron hasta su comunidad, en Alto Parapetí, y mediante una prueba de papanicolau le detectaron cáncer uterino.
Después de haber dejado a sus cuatro hijos al cuidado de su madre en la comunidad de Eiti, con ayuda de la universidad llegó a la capital cruceña y fue intervenida de emergencia en la CNS. En una compleja cirugía de cinco horas le extirparon la matriz. El oncólogo que la operó, José Dalence, precisó que la recuperación será lenta.
Hasta antes de la llegada del grupo universitario que viajó hasta esa zona en una actividad que forma parte del Proyecto de interacción social de servicios y capacitación productiva en comunidades vulnerables y con altos índices de pobreza en municipios de Santa Cruz, ejecutado por la ‘U’ desde 2007, Ilsen nunca se había hecho un examen de papanicolau.
Conoció el resultado de la prueba después de la vacación invernal. “Me dijeron que estaba afectada por el cáncer y que debía iniciar un tratamiento de inmediato; allí todos estábamos apenados porque una colega falleció de lo mismo una semana antes”, explicó Ilsen.
La citotecnóloga Elsa Baptista indicó que en Alto Parapetí no hay ginecólogos y que las mujeres salen de su comunidad en busca de un especialista sólo cuando se sienten muy enfermas.
Edelmiro Gil, responsable del proyecto de interacción social de la Uagrm, indicó que desde 2007 son diez las mujeres con cáncer uterino que son detectadas por las brigadas universitarias que van hasta las comunidades.
Gil indicó que en el área rural hay desconfianza sobre la llegada de los resultados de los exámenes de salud, pues éstos tardan meses y en muchos casos nunca se sabe más de ellos. Precisó que la universidad trabaja para que los pacientes conozcan sus pruebas oportunamente. La parte de salud del proyecto es ejecutada por las carreras de Medicina, Bioquímica y Farmacia de la Facultad de Ciencias de la Salud Humana.
Apoyan a municipios más pobres
El responsable de la Dirección Universitaria de Extensión (DUE), Fernando de la Barra, sostuvo que la experiencia del proyecto es fundamental para los estudiantes, porque ponen en práctica sus conocimientos teóricos y porque palpan directamente la realidad boliviana.
Señaló que el propósito fundamental de esta labor es impulsar el desarrollo productivo en regiones deprimidas y contribuir a mejorar la calidad de vida de sus pobladores.
El proyecto se lleva a cabo con un porcentaje de dinero destinado por ley para este tipo de acciones del Impuesto Directo a los Hidrocarburos. En el mismo también participan las facultades de Ciencias Veterinarias, Ciencias Exactas y Tecnológicas y Ciencias Agrícolas. Los beneficiarios del proyecto viven en comunidades de los municipios más pobres del departamento, como El Puente, San Antonio de Lomerío, Buenavista, Quirusillas, Postrervalle y Gutiérrez.
Otras actividades
- Ganadería. El veterinario Javier Chávez, que forma parte de la organización del proyecto, indicó que los estudiantes de Veterinaria y Zootecnia visitan las comunidades para apoyar a los ganaderos con capacitación, dotación de vacunas y otro tipo de servicios. En el Chaco, por la sequía, se está reforzando la nutrición del ganado y se realiza la desparasitación.
- Alimentación. Los beneficiarios reciben capacitación sobre cómo elaborar los productos derivados de la leche de vaca y cómo aprovechar la soya. Edelmiro Gil comentó que la gente ha aprendido a hacer galletas y pan con harina de soya, pero que su dificultad es moler los granos de este cereal.
- Reciclado. En Postrervalle y San Antonio de Lomerío los escolares fueron capacitados para seleccionar y recolectar materiales reciclables. Realizaron mingas y luego vendieron el material a las recicladoras de la capital cruceña.
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