Transformación: Con ayuda de la fundación Fautapo, recurren al desarrollo de competencias y asumen el desafío de formar profesionales que respondan a la demanda laboral y que no engrosen, como la mayoría, las filas del desempleo.
Redacción La Prensa.- Hoy existen estudiantes universitarios que, motivados por sus docentes, salen cada vez más de las aulas para pasar más tiempo de aprendizaje en el bosque en el caso de los que siguen la carrera de Ingeniería Forestal, en el taller mecánico los futuros ingenieros mecánicos o en el hospital las que un día serán enfermeras. Son apenas tres ejemplos de las experiencias piloto de 22 carreras universitarias que fueron conocidas en el Cuarto Encuentro Nacional de Docentes Innovadores bajo el Enfoque de Formación Basada en Competencias.
Estas evidencias, que pronto se convertirán en resultados, son parte de un proceso que desde hace cuatro años viene trabajando el programa de Educación Superior de la Fundación para el Desarrollo Fautapo, con seis universidades del sistema público: Juan Misael Saracho de Tarija, San Francisco Xavier de Chuquisaca, Amazónica de Pando, Autónoma del Beni, Tomás Frías de Potosí y Universidad Nacional Siglo XX de Llallagua.
Entre las 22 carreras universitarias que han apostado, a través de la transformación pedagógica, al desarrollo de competencias como norte de sus objetivos, están Ingeniería Ambiental, Ingeniería Forestal, Ingeniería en Alimentos, Ingeniería Mecánica Automotriz, Enfermería, Turismo, Química Farmacéutica, Ingeniería Agroforestal, Ingeniería de Sistemas, Ingeniería Agronómica, Ciencias de la Educación, Ingeniería Informática, Ingeniería Industrial, Bioquímica y Odontología.
No es fácil, pero tampoco es imposible asumir el desafío de que los estudiantes también pueden descubrir en el camino de la experimentación habilidades, destrezas y principalmente respuestas y soluciones a los problemas que se presentan en los procesos de aprendizaje.
El director de Fautapo, Bernardo Paz, insistió en que la formación académica por competencias es la mejor manera de revertir la exigencia común y colectiva de “experiencia” en el nuevo profesional cuando éste postula a algún empleo.
La coordinadora del Programa de Educación Superior de Fautapo, Soledad Blanco, considera que salir del aula no es dejarla, de lo que se trata es de “integrar el conocimiento a la solución de los problemas reales, significa que el docente deje de dar clases magistrales para responder de manera efectiva al papel de guía o tutor para el aprendizaje y por consiguiente para que el futuro profesional esté preparado para el mercado laboral”.
Sin embargo, para lograr esa integración, tanto el docente como el estudiante se deben despojar del tradicional preconcepto que otorga la calificación máxima sólo al primero, la conocida frase de que “el 7 es sólo para el profesor”.
Articular la educación universitaria con el mundo real es una tendencia cada vez mayor en América Latina. Obedece a la constante demanda de información actualizada y de conocimiento contextualizado que avanza sin pausa y está a la mano de muchos gracias a la exposición mediática y cibernética; por tanto debe ser asimilada con el mismo ritmo en las universidades. Solamente así, desarrollando nuevos espacios de aprendizaje, se podrá responder a la demanda laboral.
En este proceso educación-producción participan actores como representantes de los sectores socioculturales, económico-políticos, productivos, de servicios, sociedad civil y del sector académico. Asimismo, Fautapo promueve la inserción de los enfoques transversales de género, interculturalidad y medio ambiente en las nuevas propuestas curriculares.
Hasta la fecha, Fautapo logró avances en el rediseño curricular en más de 30 carreras piloto de las seis universidades del sistema público mencionadas, construyendo diseños macro y microcurriculares, e implementando en las aulas innovaciones pedagógicas. De las 22 experiencias piloto en carreras universitarias cuyas currículas han asimilado métodos que puedan responder a las exigencias laborales, se han seleccionado 10 que fueron las mejor evaluadas y servirán de modelo para ser emuladas en otras casas de estudios del sistema universitario público del país.
Las experiencias seleccionadas serán presentadas al Consejo Ejecutivo de la Universidad Boliviana, al Ministerio de Educación y a universidades privadas para que ésta sea una muestra representativa de los resultados de innovación pedagógica con la que se pretende formar profesionales idóneos capaces de responder a las demandas y necesidades de la sociedad.
Según datos del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia, cada año se gradúan en el país aproximadamente 15.000 profesionales que al concluir sus estudios inician la penosa tarea de encontrar empleo… Desempleo, subcontratación y bajos salarios es el sombrío futuro que deben afrontar los jóvenes que recién concluyeron su licenciatura, un buen porcentaje terminará como “desempleado educado”, citó la representante de Fautapo.
La formación de directores y docentes innovadores y futuros profesionales que aporten al desarrollo del país y construyan su propio proyecto de vida con mayor certidumbre, ése es el fin de este proceso pedagógico universitario.
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