Un trabajador de base cuenta cómo se aprobó la reestructuración de la UMSA; explica que su sector no estaba involucrado en este tema y dice que se trata sólo de las ambiciones de los docentes que ganan más de 15.000 bolivianos.
El administrativo que prefirió mantener su nombre en reserva, explicó que durante el mes de octubre de 2010 se hizo correr el rumor en la UMSA. “El Gobierno va a lanzar un decreto prohibiendo que se pague una suma mayor a los 50.000 bolivianos por concepto de indemnización salarial”, era la versión que comenzó a circular en los pasillos de esa casa de estudios superiores.
Recuerda que paralelamente apareció la propuesta de los docentes sobre la reestructuración. En ese momento, afirma, los trabajadores no estábamos de acuerdo con ninguna reestructuración.
Sin embargo, el rumor pudo más que la verdad puesto que algunos trabajadores que veían el riesgo de perder sus beneficios por antigüedad, renunciaron.
“No teníamos acceso al Consejo Universitario porque estábamos renovando el sindicato”.
Explica que sólo después de que se eligió al actual sindicato se pudo ingresar al Consejo.
Allí los docentes, que son los más interesados, presionaron al sindicato para que acepte la reestructuración y la nivelación salarial.
Según esta fuente, los docentes están velando por sus intereses, puesto que sólo ellos ganan más de 15.000 bolivianos.
“Los trabajadores, excepto contados casos, no llegamos a ese salario. Pero muchos docentes sí ganaban más de 15 .000 bolivianos y ellos promovieron la reestructuración”, afirma.
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