Apto o no apto. Sólo una de estas calificaciones recibe un vehículo luego de 15 minutos de revisión de más de 60 aspectos técnicos, mecánicos y ambientales en el Centro de Diagnóstico Automotor (CDA) de Calacoto.
En cuatro estaciones montadas con equipos de tecnología de punta, este centro del Instituto de Investigaciones Mecánicas (IIM) de la UMSA efectúa una inspección integrada sin necesidad de desmantelar el vehículo.
Es un taller modelo que se espera replicar en todo el país. El objetivo del centro piloto es que los vehículos circulen con la seguridad técnico-mecánica y con niveles de emisiones de gases de escape bajo la norma, evitando tanto accidentes previsibles por fallas mecánicas como contaminación del aire.
Para el efecto, el IIM formó especialistas en esta materia que incluso están capacitados para fabricar los equipos que importaron, según afirma su director Ramiro Peralta. Además, habilitó un espacio para parqueo y cuenta con un área interna para la inspección y diagnóstico.
Luces y acústica
El proceso se inicia con una inspección visual del vehículo, una camioneta Suzuki modelo 2010, ubicada en la Estación 1. Allí, el jefe del CDA, Edwin Tapia, revisa parabrisas, retrovisores y la tapa del tanque de combustible.
Enseguida, verifica la alineación de los ejes vertical y horizontal de los faros frontales con un aparato llamado regloscopio, que incluye un luxómetro que mide la intensidad de la luz.
Esta revisión es importante para evitar el encandilar con la luz al conductor que viene en sentido contrario, dice Tapia.
Luego, con el sonómetro, miden la intensidad del sonido (los decibeles según la normativa) que emiten la bocina y el escape.
Detector de holguras
La camioneta es movida hasta la segunda estación sobre una plataforma hidráulica: el detector de holguras. Con la ayuda de una linterna, el técnico revisa el estado general del vehículo. El examen busca fugas, roturas, desgastes y holguras de piezas.
Se examina la profundidad de las huellas de las llantas y la convergencia y divergencia de éstas. El buen estado de las ruedas permite un frenado efectivo, dice.
Emisión de gases
En la tercera estación se introduce en el tubo de escape de la camioneta el equipo analizador de gases, que mide los valores de emisión de gases contaminantes, como por ejemplo el dióxido de carbono.
Este aspecto ambiental no está incluido en la revisión de Tránsito, pero tiene importancia porque el autotransporte es el mayor contaminador del aire en el país, asegura Freddy Koch, jefe de Aire Limpio de la Fundación Swisscontact.
Sistemas de seguridad técnica
La camioneta es llevada a otra plataforma, la Estación 4. Mientras se mueve sobre la unidad de diagnóstico automático, se analiza su alineación y la suspensión delantera y trasera, además de medir la eficiencia de cada rueda.
Sobre unos rodillos, con el vehículo en movimiento, se determina la capacidad del frenado en las ruedas y en el freno de mano.
Así concluye el examen, cuyo informe es impreso en una central que recoge los datos de las cuatro estaciones que es manejado por otro ingeniero mecánico. Apto es el diagnóstico que obtiene la camioneta, luego de cuarto de hora de haber ingresado y salido del CDA.
Se desarrolló el conocimiento con la línea de inspección especializada en la revisión Técnico Mecánica y de Gases y ahora está a disposición de la sociedad, destaca Peralta.
Swisscontac proyecta que este centro académico se convierta en uno piloto para la verificación del estado de parque automotor del país. Por ahora, según estima su director, está listo para atender a un promedio de 800 vehículos livianos al mes, por no menos de 12 dólares.
Sus clientes potenciales son quienes desean conocer cuál es el estado técnico, mecánico y ambiental de un vehículo antes de comprarlo, asegurarlo o alquilarlo.
El 25% de los accidentes se produce por fallas mecánicas, por ello, cualquier conductor responsable, dice Peralta, puede diagnosticar su vehículo en ese centro.
Para Koch, el CDA es un gran aporte. “Es importante contar con una universidad que dé un criterio científico al respecto”, opina.
Buscan mejorar la inspección vehicular
Dos centros de revisión técnica mecánica y ambiental se preparan para iniciar una fase piloto que busca implementar una inspección integral de vehículos y terminar así con la revisión “visual” que se realiza en vía pública para obtener una roseta de Tránsito.
El primer centro está en La Paz y depende de la UMSA. Es sólo para vehículos livianos y está listo para operar.
El segundo depende de la Alcaldía de Santa Cruz y cuenta con un sistema mixto que incluye motorizados pesados. Los equipos para la evaluación ambiental de ambos centros fueron cofinanciados por Swisscontac.
El objetivo es tener un parque automotor seguro para disminuir los accidentes de tránsito causados por fallas mecánicas y controlar la emisión de contaminantes a la atmósfera, afirma Freddy Koch de Swisscontac.
En 2009 hubo más de 41.000 accidentes, con cerca de 1.000 muertes, el 25% de los cuales son atribuidos a fallo técnico. Por eso, se busca hacer un control más exhaustivo que el actual.
El director de Tránsito de La Paz, Jhonny Troncoso, reconoce que se tiene que cambiar el actual sistema de inspección; sin embargo, observa que el centro de la UMSA no es una solución viable porque no tiene capacidad para trabajar con vehículos pesados.
El diagnóstico en los centros pilotos abarca al 100% del vehículo en temas mecánicos de seguridad y ambiental.
El costo, calculado en 2008 será de unos 100 bolivianos. Se busca afectar lo menos posible al ciudadano, por eso hacen algunos ajustes. “Intentamos bajar las inversiones, por ejemplo, que los municipios pongan los terrenos, así no se gastará en esa compra”, explica Koch. Pero “quien goza del beneficio de tener un vehículo debe invertir para garantizar la seguridad a la comunidad en su conjunto, tanto en la parte técnico-mecánica como en la ambiental”, dice.
Si bien el aspecto técnico está listo para operar, el tema político aún no está definido. La implementación de los centros en todos el país depende del acuerdo al que lleguen la Policía, el Viceministerio de Transportes, la ATT y los municipios y gobernaciones.
Estas entidades y otras trabajan el tema dentro de una Comisión Interinstitucional. Además, Koch está seguro de que los choferes sindicalizados rechazarán el proyecto. Por eso, arrancarán con el sector privado que significa el 80% del parque automotor del país. Sin embargo, reconoce que su implementación pasará por un proceso de concertación.
En ello coincide el director de Medio Ambiente de la Alcaldía de La Paz, Efraín Fernández, pues será necesario informar a todos los actores de los beneficios, por ejemplo, de bajar la contaminación.
El 80% de la polución del aire en el municipio proviene de los gases del parque automotor. Por eso es importante incluir el tema ambiental, según Fernández, ya que no se puede desligar ambos aspectos porque si falla la calefacción en el auto, se exige más al motor produciendo más gases de los necesarios.
Confían en que el proceso de concertación no sea muy largo. “Esperemos que en diez años se tenga un parque automotor mucho más seguro, moderno y menos contaminante”, señala Koch.
A lo que se apunta es a que los carros no tengan más de 12 años de antigüedad. Hoy la mayoría está entre los 18 y 23 años, incluso algunos pasan de los 50.
El sistema nacional de inspección contará con una base de datos en el que trabaja el RUAT, con lo cual Tránsito controlará, en cualquier punto del país, que los motorizados lleven la certificación de su inspección.
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