El incremento de las matrículas universitarias se está convirtiendo en un serio problema para los estudiantes y muchas familias estadounidenses en momentos en que enfrentan la peor crisis económica desde el año 1930.
En la última semana, la Universidad Estatal de Michigan anunció un aumento de 7% en la matrícula, mientras que la Universidad estatal de Oklahoma anunció un aumento de 4,8% y la de Nebraska 5% para el ingreso de estudiantes.
"Los precios han crecido más que cualquier otro rubro en la economía estadounidense, en forma más acelerada incluso que los cuidados médicos y ciertamente más que la inflación y los ingresos familiares", dijo Patrick Callan, fundador del Centro Nacional de Políticas Públicas y Educación Terciaria.
En buena parte de las universidades, la mayoría estatales y regionales, cuesta entre 3.000 y 9.000 dólares por año (sin incluir alimentación y alojamiento); en las privadas, el abanico de precios va de 21.000 a 42.000 dólares por año. Menos de 2% de las universidades cuesta más de 42.000 dólares anuales. "Las familias de ingresos medios han pagado por estos aumentos a través del crédito. Por lo tanto, los préstamos estudiantiles han crecido drásticamente", señaló Callan.
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