Luego de tres días de caminata, pobladores de Warisata llegaron ayer a El Alto en busca de diálogo con el Ministerio de Educación, para resolver la disputa, con comunarios de Kullahuani, sobre la construcción de la sede de la Universidad Indígena Boliviano-Aymara Túpac Katari.
“Esta marcha ya no es por si Warisata es o no sede de la universidad, porque sí lo es, ahora pedimos la renuncia del rector Benecio Quispe”, afirmó el dirigente de la Central de Campesinos Warisata, Jorge Ramos.
Quispe, por su parte, propuso que se realicen auditorías para establecer si incurrió o no, como se le acusa, en malversación de fondos. “Mi persona no tiene por qué renunciar a menos que prueben el delito”, afirmó. Explicó que por falta de terrenos, una infraestructura de la universidad fue edificada en Kullahuani. “La (sede de la) universidad no se trasladará de Warisata a Kullahuani. El decreto dice eso”, aclaró Quispe.
Según Quispe, la decisión de edificar esa infraestructura en Kullahuani fue tomada junto con las autoridades locales (la Junta Comunitaria) para evitar el cierre de la universidad indígena, la misma que funciona con más de 600 estudiantes desde enero. Los marchistas están en la Universidad Pública de El Alto y esperarán a las autoridades del Ministerio de Educación para iniciar el diálogo.
La Universidad Túpac Katari fue creada por Decreto 29664 del 2008. Ese despacho confirmó que la sede es Warisata, pero dejó en manos de la Junta Comunitaria la solución del conflicto. Ramos advirtió que de no hallar una respuesta favorable, radicalizarán sus protestas con el bloqueo de caminos y ayuno.
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