El reto que enfrenta la universidad pública es iniciar el proceso de “deconstrucción y descolonización” para ser más útil a la sociedad, que tiene un nuevo ordenamiento jurídico, político y social.
Ésa una de las principales sugerencias de 13 organizaciones que participaron del seminario “Los movimientos sociales y su lucha por la descolonización de la universidad”. El compilador de las ponencias, Marcelo Aramayo destaca la participación de la universidad en espacios coyunturales contestarios y contrahegemónicos a los gobiernos de clases dominantes, sin embargo, cuestiona que en el ámbito académico no suceda lo mismo.
Las organizaciones proponen la realización de un III Congreso Institucional Universitario, abierto al Estado, a la sociedad y a la empresa.
“La universidad debe empezar a nutrirse de los saberes locales, saberes propios expresados en el nuevo paradigma de la intra e interculturalidad entre las 36 nacionalidades y etnias”, precisa Aramayo.
Uno de los avances destacados en este proceso es la creación de universidades indígenas que puedan responder a la matriz productiva local y las culturas.
La universidad ha tenido un enfoque, diseño curricular y un modelo académico subalternizado al capitalismo, al liberalismo y posteriormente al neoliberalismo, finaliza.
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