Una de las más antiguas y renombradas universidades de Francia, el Instituto de Estudios Políticos de París, en el céntrico Barrio Latino, establecerá un examen de ingreso orientado a valorar la personalidad del estudiante más que sus conocimientos.
La rebelión contra la escuela elitista fue anunciada por el director del instituto, Richard Descoings, quien dio a conocer la supresión a partir del próximo año de la prueba de cultura general. Habrá en cambio una primera selección basada en el currículum del candidato y luego diversas pruebas orales, entre ellas un test de personalidad, un modo sobre el modelo de las grandes universidades estadounidenses.
El objetivo es “diversificar las admisiones” y abrirlas a “las clases populares”. “La cultura general nos parece la prueba menos útil -explicó la dirección de ‘Sciences Po’, como la llaman los franceses-, quién la puede tener a los 17 años?”.
“Es un cambio de era”, comentó Chantal Dardelet, responsable de igualdad de oportunidades en el ESSEC, una de las mejores escuelas europeas de negocios. “Sciences Po quita del test de ingreso la prueba de cultura general, que es efectivamente un discriminador social, pero, sin embargo, impone un oral de lengua extranjera que es aún más discriminador, porque para hablar perfectamente bien inglés es preciso haber viajado el exterior, haber hecho intercambios escolares, por lo tanto proceder de una familia pudiente”, dijo.
Por ahora Sciences Po es la única de las grandes escuelas francesas que reformó su examen de ingreso.
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