La tercera es la vencida. Este dicho popular se aplica a lo que le sucedió ayer a Alison Melisa Mamani, de 17 años, del colegio La Salle fiscal. Después de haber reprobado en las dos primeras Pruebas de Suficiencia Académica (PSA), ayer finalmente salió victoriosa y logró ingresar a la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm) para seguir la carrera de Farmacia.
“Estoy emocionada y nerviosa, ahora a darle duro al estudio, tanto que me ha costado ingresar”, dijo y agregó que a su juicio esta tercera prueba estuvo más sencilla que las dos anteriores.
Pero para Luis Camargo Mendoza, del colegio de convenio Bolivia Joven, no fue tan sencilla. A pesar de que no había aprobado en las dos primeras pruebas, no se dio por vencido. Después de que recibiera la noticia de que estaba en la lista de los aceptados, compartió su alegría con una amiga que lo acompañaba. “La tercera es la vencida; estudié bastante y lo logré. Quiero estudiar Derecho”, sostuvo.
Alison y Luis son dos de los 708 postulantes admitidos en la tercera PSA tomada el jueves y viernes por la universidad estatal, en el coliseo Marcelo Quiroga Santa Cruz.
Esto significa que apenas un 15,7% logró asegurar un cupo en la Uagrm. Se inscribieron 4.680, pero asistieron 4.500.
El vicerrector de esta casa de estudios superiores, Óscar Callejas, aclaró que en la PSA no se habla de reprobados, sino de aceptados y no aceptados, porcentualmente reconoció que es bajo, pero dejó claro que desde el punto de vista académico se remiten a los datos y en ese sentido suman 708 los admitidos a las diferentes carreras.
Callejas no quiso culpar al sistema educativo escolar. “No puedo hablar de la educación en los colegios, sino de lo que le corresponde a la universidad, y en ese sentido el banco de preguntas de la universidad está elaborado en base al programa de tercero y cuarto medio (hoy, con la nueva ley se denomina quinto y sexto de secundaria).
A los que sí responsabilizó por los resultados fue a los padres de familia. “Insisto, no es el colegio, son las personas. ¿Por qué no lo miramos del otro lado? Los padres de familia nos preocupamos cuando salen bachilleres, después de los festejos, de inscribirlos en institutos para prepararlos, cuando debería ser al revés, hacerlo durante toda la secundaria para que ingresen sin problemas”, manifestó.
El vicerrector también aclaró que no hay más chance para los no admitidos, pues no habrá una cuarta PSA. La única alternativa que queda a los bachilleres es inscribirse para el Programa de Admisión Básica (PAB) que dictará la universidad. Los que aprueben podrán integrarse a partir del segundo semestre de esta gestión.
El PAB es un programa que comprende 12 semanas de clases y dos exámenes, cada uno con un valor del 50% de la nota. En diez días más se pretende abrir el registro.
Con relación a los estudiantes que se les anuló el examen porque se los encontró copiando, Callejas indicó que estos jóvenes están en la lista de los no admitidos, además, Asesoría Legal ha tomado nota de sus datos para que a partir del lunes se inicien las investigaciones y las acciones legales que correspondan.
Por otro lado, los 708 bachilleres admitidos en la última prueba deben proceder a formalizar su inscripción a partir de este lunes.
Vea la lista de los 708 admitidos en la sección Comercial de EL DEBER.
Los padres han dejado solos a sus hijos
Bartolomé Puma / Dir. dptal. de Educación
En la educación la responsabilidad es compartida, es de padres de familia, profesores y estudiantes. El problema hay que verlo de manera integral. Por ejemplo, es una realidad que muchos padres de familia hayan dejado a sus hijos y se encuentran en el extranjero, no hay un seguimiento en la educación a estos jóvenes.
Otro aspecto es la flexibilidad de las leyes, como el Código Niño, Nina y Adolescente. Eso ha provocado que los profesores se vean limitados a la hora de llamar la atención y pierdan autoridad. Pero estamos trabajando con el responsable de la PSA para mejorar esta situación. Hemos planteado que haya participación de los maestros de los colegios en la elaboración de la PSA.
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