Los 54 cadetes que ingresaron a la Academia Nacional de Policías (Anapol) de forma presuntamente irregular gracias a un programa piloto que habilitaba a jóvenes “interculturales”, aún pasan clases pese a la orden del Gobierno y de una disposición del comandante de la Policía, Jorge Santiesteban, para que el plan quede sin efecto.
“He pedido al comandante de la Policía (Jorge Santiesteban) y al rector de la Unipol (José Piérola, hoy suspendido) que para evitar cualquier tipo de susceptibilidades dejen sin efecto ese plan piloto”, dijo el ministro de Gobierno, Carlos Romero el 8 de abril.
Hoy se cumplen 15 días de la disposición emitida por Santiesteban para que se suspenda el programa piloto y quede sin efecto la inscripción de los 54 postulantes en la Anapol. A la fecha los 54 jóvenes siguen pasando clases en la institución policial, según fuentes policiales que confirmaron este hecho a Página Siete.
“Los cadetes continúan en la Anapol, siguen pasando clases. No hay un instructivo claro para que salgan”, dijo un oficial de la Anapol que prefirió el anonimato. Este medio buscó al vicerrector de la Universidad Policial (Unipol), Manuel Baldiviezo; sin embargo, ayer no se encontraba en su despacho.
Otra fuente policial cercana a la Unipol confirmó a Página Siete que los 54 cadetes todavía siguen en la Anapol y pasan clases regularmente. “Aún siguen en clases. Es como si nada hubiera pasado. Continúan pasando los cursos junto con los demás”, afirmó.
Hace dos semanas se destapó un escándalo en la Policía por el ingreso presuntamente irregular de 54 postulantes a la Anapol. Jefes policiales (y civiles) son investigados tras la aprobación de dos resoluciones que validan el ingreso de esos bachilleres, cuyos nombres fueron enviados en cartas por Santiesteban.
El entrevistado de la Anapol manifestó que desde el momento en que ingresaron los 54 jóvenes se tuvo que habilitar de forma improvisada otros espacios para acomodar los catres necesarios.
Esta situación la confirma una denuncia que llegó a Página Siete en la que indica que hasta el 7 de febrero de este año, se tuvo que habilitar un dormitorio extra para que se acomoden los 54 jóvenes que ingresaron de presunta forma irregular. “No han sido suspendidos aún, continúan en la Anapol”, dijo otra fuente de la misma entidad formadora.
Entre los 54 cadetes se encuentra el hijo del vocal de la Corte Superior de Distrito de La Paz, Jorge Quino Espejo, quien debía declarar ayer ante la comisión de fiscales. La autoridad judicial admitió que su hijo reprobó el examen de ingreso a la Anapol, pero al enterarse del plan piloto que habilitaba a los jóvenes del área rural, la organización de su comunidad de la provincia Los Andes presentó documentos para que se incorpore a la institución policial.
Sobre los presuntos cobros irregulares que se habrían pagado para ingresar a la Anapol, Quino aseveró que nunca dio dinero a nadie. “La madre de mi hijo es secretaria de deportes de mi comunidad”, contó al referirse a que él y su familia son de origen rural por lo que optaron por incluirse en el programa piloto de ingreso a la Anapol en el grupo de los “interculturales”.
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