Retrato de una generación que resiste en ámbitos que jamás imaginaron. Un químico que trabaja de barrendero, un ingeniero que cocina y un psicólogo verdulero, entre otros
Frente a la actual crisis que padece el mundo, muchos se consideran afortunados por conseguir trabajo. Incluso aquellos que se prepararon durante años y no encuentran un lugar en su área preferida.
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) informó que el mundo enfrenta cifras de desempleo cada vez más graves y los jóvenes son los más afectados; ya que son ellos quienes tienen tres veces más posibilidades de estar desempleados que los adultos.
75 millones de jóvenes en el mundo se encuentran buscando empleo. Incluso ya se habla de una generación marcada por la desocupación, la creciente inactividad y el trabajo precario en países desarrollados, así como el inevitable aumento de pobres en todo el planeta.
En tanto, la agencia de noticias Reuters se encargó de retratar un grupo de personas con trabajos poco remunerados en áreas de servicio y no en lo que pretendían con sus estudios. Un ingeniero civil utilizado como cocinero y un maestro en finanzas corporativas como mozo son algunos de los casos mencionados a continuación:
Karl Moi Okoth vende frutas y verduras en un improvisado puesto en un mercado de Kiberia, en Nairobi, la capital de Kenia. Con 27 años tiene un título de psicólogo de la Universidad Day Star, donde también estudió química.
Manolis Ouranos tiene un grado en Ingenieria Civil de la Universidad Tecnológica de Atenas y trabaja como cocinero en un restaurante llamado Mavros Gatos. A los 30 años de edad, afirma que tenía esperanza de encontrar un trabajo permanente en el sector público de infraestructura pero no ha tenido la oportunidad y ya lleva 4 años en la cocina, así que ahora sus ahorros los usa para tomar clases de gastronomía.
Con 37 años, Francesco Foglia trabaja como barrendero en Roma, la ciudad donde se encuentra la Universidad que le dio el título de doctor en Química Industrial, tras estudiar durante 6 años.
Marcin Lubowicki tiene 28 años y un título universitario en lengua rusa de la Universidad de Varsovia. Desde 2007 trabaja para la cadena de comida rápida McDonald´s, ahora es subgerente y piensa mantenerse en el puesto en un centro comercial de Arkadia en la capital de Polonia.
Abel Santiago. Tiene 21 años y trabaja en un supermercado de Santa Mónica, California. Estudió derecho por un año en la Universidad Anáhuac de Oaxaca hasta que decidió mudarse a Estados Unidos. Ahora trabaja como empleado de mostrador y espera regresar a México para terminar la escuela.
Con 31 años de edad, Walid Ahmed el-Sayed lleva 7 años como vendedor ambulante, vendiendo jugo en la plaza Tahir de El Cairo. Tiene una licenciatura en servicios sociales de la Assyiut University, de donde salió en 2004 y hasta la fecha no ha podido encontrar un trabajo estable.
Francesca Baldi es niñera aunque estudió por cinco años en la Universidad de Pisa, donde logró un doctorado en literatura y filosofía. Espera encontrar un trabajo como maestra, pero mientras cuida bebés.
Daria Vitasovic pasó 7 años en la Society of Jesus University y obtuvo una maestría en filosofía y ciencias religiosas. Ahora tiene 27 años y trabaja como manager de un bar en Croacia desde hace cuatro años.
Denis Onyango Olang es asistente de cocina en un hotel de Kiberia en Nairobi, la capital de Kenia. Estudió estadística y química en la Jomo Kenyatta University of Agriculture and Technology. Ha estado buscando empleo permanente por dos años, pero decidió trabajar de lo que sea para mantenerse.
Wael Abo El Saoud trabaja en cosechas de trigo en Egipto, en una granja llamada El Kalubia al noroeste de El Cairo. Tiene 25 años y una licenciatura en comercio de la Universidad Benha. Busca trabajo como contador en algún banco, pero ya lleva 5 años como agricultor, un empleo que no le da para comer todo el año.
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