Hace un año y tres meses que los requerimientos fiscales presentados por universidades públicas y privadas para que las morgues les entreguen cadáveres son rechazados, negativa que ha puesto a las facultades de Medicina de La Paz y a otras carreras en una situación desesperada.
“Después del cambio de fiscales, algunos no han permitido la disposición de cadáveres. Las universidades se han quedado sin este material para la enseñanza y se corre el riesgo de robos de cuerpos y restos óseos en los cementerios”, alerta una nota remitida por dos médicos de la Unidad de Patología del Hospital de Clínicas al director de ese nosocomio, Víctor Loza, el 7 de marzo.
Una fuente, que pidió no ser identificada, declaró que la negativa de la Fiscalía a autorizar el traslado de cuerpos a las facultades de Medicina ha dado pie al tráfico de cadáveres y además que cada uno es adquirido por $us 1.000 de los morgueros.
¿Por qué no se da curso a estos requerimientos? La Razón se dirigió con esta consulta al fiscal de Distrito, José Ponce, sin éxito. “No tengo información, voy a pedir el informe al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) ”, señaló el fiscal General del Estado, Ramiro Guerrero.
En el IDIF se informó que la entrega de cuerpos de la morgue judicial ha sido suspendida porque se trabaja en un marco jurídico para establecer las condiciones de su cesión y uso.Reglas. Las casas de estudios superiores en La Paz se proveen de cadáveres para sus carreras de Ciencias de la Salud de dos fuentes: la morgue hospitalaria del Hospital de Clínicas y la morgue judicial, bajo tuición del IDIF.
El Reglamento de Cadáveres, Autopsias, Necropsias, Traslados y Otros, en vigencia y que data de 1982, establece que las facultades de Medicina “solicitarán cadáveres a la autoridad de Salud con fines de docencia e investigación”. La solicitud se hace con requerimiento fiscal.
“Hay un vacío legal en la regulación. El IDIF y los hospitales tienen su propia normativa”, explicó el asesor externo de la universidad Saint Paul, Marco Gutiérrez.
El Hospital de Clínicas tiene convenios con ocho universidades —Univalle, Saint Paul, Cosmos, Udabol, Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), la Universidad Pública de El Alto (UPEA) y las de Tarija, Potosí y Sucre— para transferir cuerpos, depositados por más de 30 días en su morgue y que no hayan sido reclamados.
Una fuente del IDIF sostuvo que la morgue judicial recibe a la semana cinco cuerpos, resultado de muertes violentas y que, de momento, no están entregando cuerpos. “Sólo estamos viendo la mejor forma de evacuarlos una vez que hayan cumplido su plazo (30 días)”, apuntó.
La Razón visitó cuatro universidades que en su malla curricular ofrecen la carrera de Medicina: Universidad del Valle (Univalle), Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Universidad de Aquino Bolivia (Udabol) y Saint Paul.
“Ya no tenemos cadáveres. El año pasado había 40 cuerpos formolizados (en la morgue judicial), pero los han enterrado en una fosa común por orden del Fiscal (de Distrito)”, dijo Hernán Rivera, jefe del departamento de Ciencias Morfológicas de la Facultad de Medicina de la UMSA.
Por el anfiteatro de esa facultad rotan anualmente unos 3.000 estudiantes, de las carreras de Medicina, Enfermería, Fisioterapia, Terapia Ocupacional, Laboratorio Clínico, Radiología, Nutrición y Fonoaudiología. José Ortiz, jefe de cátedra de Anatomía de la UMSA, manifestó que se evalúa la suspensión de las prácticas ante la falta de cuerpos para diseccionar. De momento los estudiantes de limitan a hacer prácticas de osteología.
Saúl Calderón, director de Ciencias de la Salud de la UPEA, indicó que desde enero de 2012 tampoco reciben cuerpos, a pesar de que hicieron la solicitud. José Cárdenas, decano de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Udabol, señaló que de momento no cuentan con cuerpos completos para el estudio de la anatomía humana, y agregó que los alumnos hacen prácticas en miembros seccionados.
El caso atípico es el de Univalle. Carlos Iriarte, director de la Facultad de Medicina, sostuvo que gracias a un convenio con el Hospital de Clínicas actualmente cuentan con seis cadáveres para la enseñanza.Pago. En 2009 el hallazgo de cinco cadáveres formolizados y momificados en Cochabamba, que habían sido trasladados desde La Paz, fue abordado por periódicos locales como un caso de “tráfico de cadáveres”.
Los cinco cuerpos estaban destinados a la Facultad de Medicina de la universidad Saint Paul, cuyo rector de entonces, Juan Paz Villarroel, según registros periodísticos, dijo a la Policía que cada uno había sido cedido por el Hospital de Clínicas de La Paz a cambio de Bs 1.600.
En el Hospital de Clínicas “los cadáveres se entregan sin pago alguno del material utilizado (formol) a la Facultad de Medicina de la UMSA; las universidades privadas cancelan un monto determinado por la permanencia hospitalaria (almacenaje), por las técnicas de conservación y material utilizado”, según una nota.
La Razón intentó, sin éxito, conocer el monto que cancelaban las universidades por cada cuerpo. En Univalle y Udabol se informó que no se encontraba el encargado, y en Saint Paul, que no tenían la información a la mano. Un litro de formol se vende a Bs 40 y para formolizar un cuerpo se requieren cuatro litros.
Protocolo del Hospital de Clínicas
Según el protocolo de este nosocomio, la Dirección dispondrá de los cadáveres solicitados por las facultades de Medicina de universidades, autorizadas y acreditadas por el Ministerio de Educación. El número de cuerpos entregados para la docencia será adecuado al número de alumnos.
Las universidades privadas cancelarán un monto determinado por la Administración del Hospital, con base en un estudio matemático actuarial de almacenaje y formolización de los cadáveres entregados.
Norma exige 3 requisitos para solicitar cuerpos
El Código de Salud y un reglamento permiten el uso de cadáveres para estudioEl Código de Salud y el decreto reglamentario de Cadáveres, Autopsias, Necropsias, Traslado y Otros, de 1982, establecen normas generales sobre el uso de cuerpos para la investigación científica y la enseñanza.
“Las instituciones docentes manifestarán sus necesidades mensuales de cadáveres y las que obren en su poder a la autoridad de Salud para que determine la distribución de los existentes, siendo estas instituciones las únicas responsables de su uso adecuado y ético”, dice el artículo 24.
En el artículo 26 establece sólo tres requisitos que deben cumplir las universidades e instituciones médicas que demandan cadáveres para fines de docencia: contar con anfiteatros equipados con sistema de refrigeración que garantice la conservación de los cadáveres y con un sistema de ventilación que elimine eficazmente los olores ocasionados por los mismos; un número necesario de gavetas para su custodia con un sistema de ventilación, además de un coche apropiado para el traslado.
“Un vehículo, ni siquiera se especifica cómo deben ser llevados los cuerpos, (si usan ataúdes, si su personal tiene la indumentaria adecuada)”, indicó una fuente a este diario que pidió no ser identificada.
Información. En La Paz hay universidades que contratan los servicios de funerarias para el traslado de los cuerpos y otras que los recogen en bateas y utilizan sus autos para llevarlos a los anfiteatros.
Las instituciones beneficiarias deben llenar un registro en el que conste: a) El número de cadáveres recibidos o autorizados para los efectos de docencia y b) El número de cadáveres remitidos para su incineración o entierro, dice el artículo 25.
El decreto establece que los cuerpos que pueden ser dispuestos para investigación o docencia son los que han permanecido más de 30 días en la morgue, judicial u hospitalaria, y que no han sido reclamados.
El acceso público a los restos
El artículo 16 de la normativa indica que en caso de que un cuerpo permanezca 30 días en la morgue, puede ser trasladado por orden de la Fiscalía a universidades o institutos de Salud. “Caso contrario se deberá fotografiarlo y retirar pequeños segmentos de su vestimenta que serán archivados en álbumes a disposición del público”.
Sugieren un control más estricto del traslado
Las autoridades de Salud deberían normar y hacer un control más riguroso del traslado de los cadáveres de las morgues hospitalarias y judiciales a las facultades de Medicina de las universidades, además de su manejo académico y su mantenimiento, dijeron fuentes consultadas por este diario.
“Haciendo una crítica constructiva, la norma no es el tema, sino evaluar y controlar, porque no sirve tener un reglamento si nadie verifica su cumplimiento. Las universidades tienen sus propios procedimientos”, señaló el asesor externo de la Universidad Saint Paul, Marco Gutiérrez, quien además mencionó que es el Servicio Departamental de Salud (Sedes) el que debe encargarse del tema.
La Razón intentó hablar con Raúl Murillo, del Centro de Vigilancia y Control Sanitario del Sedes de La Paz, sin embargo la comunicadora de la entidad declinó la entrevista con el argumento de que los traslados de cadáveres es competencia del Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF). Afirmación cierta sólo en el caso de la morgue judicial.Sanidad. José Cárdenas, director de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Aquino Bolivia (Udabol), explicó que el uso pedagógico de los cadáveres “debería normarse”.
En el caso de la bioseguridad en la manipulación y conservación de los cuerpos, Gutiérrez sostuvo que la Universidad Saint Paul aplica la Norma Boliviana NB 63001 Bioseguridad, referida a la seguridad en establecimientos de salud.
El artículo 17 indica que se deben tomar “precauciones específicas” para los servicios de necropsias y mortuorios, además de la manipulación de cadáveres”.
También especifica qué equipos de protección se deben usar.
Gutiérrez sugirió que el Sedes emita un certificado sobre el proceso de traslado de los cuerpos. “Así se supone que tendría calidad, la certificación en este caso sería importante”, mencionó el representante de Saint Paul
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