Becario expulsado de China narra sus 37 días de prisión

El becario N.G. fue expulsado de China acusado de robar un celular.

Él era uno de los 64 becarios de la Agencia Boliviana Espacial enviados para adiestrarse en el manejo del satélite Tupac Katari. Luego de la acusación y la expulsión, envió una carta al director de la Agencia Iván Zambrana para pedir su restitución al entrenamiento. En la carta narra el drama de 37 días de reclusión. Denuncia violencia y discriminación de policías chinos.

Contó que el sábado 20 de abril salió con un grupo de becarios a un evento de música en un club. Esa noche su compañera F.R. le puso un celular en su bolsillo y él no se percató. Se retiró del club, pero salió a las 3 de la madrugada respondiendo a la llamada de su compañera, quien habría sido detenida por la Policía de Sanlitun. Al llegar y devolver el celular fue aislado para ser interrogado por ocho horas. “Traté de explicar lo ocurrido, pero lamentablemente por la barrera del idioma y la discriminación a los extranjeros mi declaración nunca fue aceptada”, dijo.

Nunca le permitieron usar el teléfono, requerir un abogado o acceder a un traductor. El 22 de abril fue trasladado a Beijing donde permaneció retenido por 37 días, en una celda con seis camas y 11 presos, entre asesinos, narcotraficantes y otros delincuentes.

“No vi la luz del sol... las primeras tres semanas era llevado esposado a un cuarto en donde se repetían los interrogatorios, con las mismas preguntas en chino y en un inglés precario, siempre con los mismos gritos y amenazas, siempre con la misma violencia psicológica”, dijo en la carta explicando que tampoco le permitieron ver a su madre y hermana que viajaron hasta Beijing, para asegurarse de que esté con vida. Accedió a la visita del abogado de la Embajada boliviana, el 26 de abril. “Debido a la desesperación, a la falta de garantías procesales, a la violación de los derechos humanos y al maltrato psicológico del cual fui víctima, se decidió que la mejor manera de terminar con esa injusticia era exigir mi expulsión de China”, así N.G. retornó.