Para garantizar la sostenibilidad de sus actividades, hoy las empresas que explotan recursos naturales (minería, hidrocarburos, entre otros) necesitan también trabajar junto a las comunidades -del lugar donde tienen sus operaciones- y aplicar proyectos que se enmarquen en el Desarrollo Económico Comunitario (DEC), es decir que más allá de buscar sólo logros económicos deben además encontrar resultados sociales, físicos, ambientales y culturales que beneficien a la población.
Esta es una de las conclusiones a las que se llegó en la Conferencia Internacional “Desarrollo Sostenible, Energía y Comunidades”, organizada por la Universidad Privada Boliviana (UPB), que se llevó adelante en el auditorio de CAF – banco de desarrollo de América Latina. En el evento disertaron el Dr. Masami Nakagawa de la Colorado School of Mines (EE.UU.) y el jefe de la carrera de Economía de la UPB campus La Paz, Gustavo Zárate.
Nakagawa presentó a la audiencia un modelo matemático que ayuda a las empresas, que explotan recursos naturales, a determinar de forma óptima el número de agentes (representantes) necesarios para gestionar las relaciones de la compañía con las comunidades e identificar mejor sus necesidades, y así negociar la viabilidad y continuidad de los proyectos para garantizar su sostenibilidad.
El experto japonés desarrolló este modelo con base en el trabajo realizado con la minera San Cristóbal, en el departamento de Potosí, y resaltó la importancia de la búsqueda de sostenibilidad por parte de la empresa y las comunidades.
Adicionalmente, mencionó la relevancia de la sostenibilidad energética a través de la generación por fuentes renovables, como la solar y la eólica en Bolivia y mencionó la importancia del proyecto de generación geotérmica en Laguna Colorada.
En su turno, Zárate recordó que el DEC -en desarrollo desde hace 5 años en Bolivia- fue iniciado por comunidades indígenas en la Columbia Británica de Canadá y explicó que se trata de un nuevo enfoque que va más allá del desarrollo económico clásico.
El desarrollo, que en un principio estaba relacionado al crecimiento económico, evolucionó y -desde un ámbito social y equitativo- empezó a buscar la reducción de la pobreza y a promulgar el respeto a los derechos humanos ante un desarrollo económico agresivo, señaló el académico de la UPB.
Aclaró que el Desarrollo Económico Comunitario debe contemplar no sólo el capital económico, sino también el capital humano (habilidades y destrezas), el social (redes sociales de la población), el físico (infraestructura), el natural (medio ambiente) y el cultural (historia y costumbres).
“La comunidad debe asimilar una economía no sólo centrada en buscar más dinero sino considerar otros aspectos de la comunidad, entonces habrá beneficios comunes para quienes son parte de la misma. Debe gestionarse ayuda al inicio del proyecto, pero se debe buscar la autogestión y sostenibilidad a largo plazo, de forma que la iniciativa sea sólida por sí misma”, manifestó Zárate.
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