¿Cómo se explica que una institución tan joven como la Universidad Pública de El Alto (UPEA) haya caído en la crisis que ahora la agobia? Probablemente, hayan muchas hipótesis, Erbol encontró tres causas sobre la base de entrevistas realizadas a exautoridades, exestudiantes y otros aún en función de esa casa superior.
1. FALTA DE INSTITUCIONALIDAD
Los universitarios consultados perdieron la cuenta pero indican que al menos una decena de rectores electos e interinos tuvo en 13 años la UPEA por los cambios constantes faltando a las normas internas y la institucionalidad por los intereses “particulares” de grupos de algunos docentes y estudiantes.
“No existe la institucionalidad en la Universidad. Uno toma, retoma (el rectorado) y nadie respeta (…) Los estudiantes están divididos y los docentes están fortalecidos, han manipulado muy bien en las últimas elecciones. Es bueno que sepa la ciudadanía y los estudiantes de base que no se interesan por la política (institucional)”, dijo el segundo ejecutivo de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), Iván Puña.
Según otro profesor, los estudiantes, docentes y algunos administrativos pelearon por la creación de la UPEA, la autonomía universitaria, el voto universal, la periodicidad de cátedra y el reconocimiento en el sistema universitario del 2000 al 2006, pero desde el 2007 se fueron trasluciendo algunos grupos con “intereses sectarios”.
El vicerrector interino Salvador Quispe dijo que “desde el 5 de septiembre del 2000, ha habido la intervención del gobierno, lo llamaríamos así, con Javier Tito Espinoza, luego se luchó por la autonomía, en febrero y octubre de 2003, (en la denominada guerra por el gas), participamos revolucionariamente”.
Varios rectores electos no duraron ni un año cuando deberían cumplir dos años de gestión, pero los interinos que debían fungir funciones sólo por tres meses sobrepasaron los seis meses e incluso un año.
Los docentes Jhonny Angulo, Federico Zelada, Mary Medina, Dámaso Quispe, Gabriel Pari, Rafael Gutiérrez pasaron por el rectorado, en seis años. Actualmente está a cargo del rector interino Rubén Cerrón, quien se resiste dejar el despacho a Rime Choquehuanca, recientemente electo entre denuncias de irregularidades.
“(La gente de Choquehuanca forzó las llaves). Vamos a tomar acciones legales ante este allanamiento (…) habían entrado a mi despacho y (las oficinas de) mis asesores (donde estaban los cheques y documentos)”, denunció Cerrón.
El pasado 16 de agosto, la Federación Universitaria Local (FUL) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) de Cochabamba, mediante un manifiesto público, respaldó las reivindicaciones de las bases y acusaron a algunos dirigentes de estudiantes y docentes de causar inestabilidad institucional.
2. REPARTO DE “PEGAS”
De acuerdo con una fuente, desde el 2007, grupos integrados por algunos docentes y estudiantes iniciaron a gestar movimientos para concretar los “golpes” a rectores electos e interinos con algunos fines particulares, entre ellos la “repartija” de cargas horarias y cargos administrativos.
El rector interino Rubén Cerrón, consultado si existen intereses de algunos universitarios, indicó que tras varios años de lucha para consolidar la universidad pública en El Alto que está en constante crecimiento surgen los requerimientos de recursos humanos.
“La Universidad está creciendo, tiene 13 carreras nuevas, y años tras año se van incrementando los cargos administrativos (y docentes) por la necesidad propia, tenemos también un presupuesto de más de 100 millones de bolivianos, que está todavía retenido en caja y banco. Yo pienso que están apuntando a esos recursos y al personal administrativo que va a ser admitido en estos años”, aseguró.
Otro catedrático, agregó que algunos “expulsados de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA)” llegaron a la UPEA, se registraron como estudiantes y organizan grupos para fines personales, entre ellos bajo presión o maniobras se involucran en la designación de docentes y sus cargas horarias.
“(Sin embargo), se mantiene (como) una universidad fuerte y solvente para garantizar la formación de los profesionales (en la ciudad de El Alto)”, dijo el vicerrector de la UPEA.
3. CASOS DE CORRUPCIÓN
Algunos docentes y estudiantes ven a la universidad alteña como un “botín” o la “gallina de los huevos de oro” para sacar dividendos económicos en los contratos de adquisiciones de materiales, equipamiento técnico e incluso en la implementación de infraestructuras con “sobreprecios”.
“¿Por qué la Federación de Docentes, obviamente con (la complicidad de) estudiantes de ahí, siempre han ‘golpeado’ a los rectores?”, se preguntó otro universitario, consultado si conocía de algunos hechos de corrupción.
“El interés (del) poder administrativo y tal vez muchos de actos de corrupción que no se ha constatado, en este momento, (temen) que el nuevo rector, que no sea de esa línea, entre y limpie todas las cosas que no han podido que se estaban ocultando”, aseguró.
DENUNCIAS
En junio, Erbol constató que la UPEA contrató un negocio de “muebles” para comprar 69 laptops con sobreprecio, cada computadora portátil que cuesta alrededor de 1.000 dólares en una casa especializada, en ésta, valía 1.600 dólares. Es decir, 600 dólares más, en total un sobreprecio de 41.400 dólares.
En septiembre 2012, el exrector Damaso Quispe fue suspendido porque su exdirector Administrativo, Gualberto Tiñini, presumiblemente efectuó cobros irregulares a una empresa que se adjudicó el equipamiento de laboratorios de física y química, en proceso.
En agosto de 2012, cinco funcionarios administrativos de la UPEA denunciaron acoso laboral y otros 30 manifestaron presuntos casos de maltrato, hostigamiento y descuentos salariales injustos, según el entonces dirigente del sector, Anastacio Huanca.
En noviembre de 2011, el ejecutivo de la Federación Universitaria Local (FUL), José Antonio Camayo, denunció que la construcción del edificio Emblemático se paralizó a consecuencia de una presunta malversación de fondos económicos destinados para la conclusión de la obra. El paraninfo universitario hasta ahora se encuentra abandonado en obra bruta.
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