Waldo Albarracín. El rector de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), Waldo Albarracín, en entrevista con La Razón, habló sobre las necesidades de la casa de estudios superiores y la orientación que le quiere dar. Amplió además los proyectos que materializará durante su gestión de rector. Los temas abordados fueron la redistribución de gastos, accesibilidad de cursos de posgrado, las opciones laborales para los universitarios y la modernización de la enseñanza.
— ¿Cómo encontró la UMSA desde su posesión como nuevo rector?
— La encontré con una relativa salud económica. De todas maneras, lo que tiene nunca va a ser suficiente en el plano económico porque año que pasa llegan nuevos bachilleres. Eso no solo incrementa el número de estudiantes, sino el de necesidades porque se requieren más docentes, más carga horaria, más ítems, más infraestructura y, por tanto, mayor presupuesto universitario.
— ¿Qué cambios debe haber?
— Esta universidad debe perfilar hacia la sociedad civil una imagen de la UMSA humanitaria, la solidaria, la investigadora, la científica y la defensora de los recursos naturales, de los energéticos. La UMSA que contribuye al desarrollo departamental, al nacional.
— ¿Cuáles son los primeros cambios que definió?
— Consolidar la estructura de lo que es la Defensoría del Universitario, cuya función es extinguir cualquier mecanismo de corrupción y de burocracia.
— ¿Desde cuándo se aplicará la figura de este defensor?
— Si lo designamos en febrero, ya en los primeros días de marzo empezará a funcionar en su trabajo efectivo, porque tenemos que dotarle de una estructura de recursos humanos.
— ¿Cómo se puede redistribuir los gastos de la universidad para que favorezca a la comunidad universitaria?
— Priorizando la investigación científica, la mejora académica, las condiciones salariales de los docentes, de los trabajadores administrativos y dotando de la infraestructura necesaria.
— ¿Cómo se puede garantizar una buena docencia si no hay suficientes profesionales con maestrías y doctorados?
— Estamos justamente procurando que los cursos de posgrado sean más accesibles, menos costosos y en lo posible más inclusivos, de tal manera que nuestros docentes no solo tengan las garantías para ejercer su trabajo de enseñanza, sino también la misma universidad pueda apoyarlos para mejorar sus condiciones de enseñanza incentivando los cursos de posgrado.
— ¿Cómo solucionar la poca opción laboral cuando los universitarios se titulan?
— Entiendo que no se trata solo de producir profesionales y lanzarlos al mercado indefensos. Por eso estamos trabajando en función de que ya en las etapas de preegreso nuestros estudiantes estén prestando servicios vía pasantías en diferentes instituciones públicas y privadas como una antesala para consolidar, una vez que egrese, su fuente de trabajo. De hecho, ya existen convenios que están materializando este nuestro nuevo proyecto.
— ¿Es posible reducir los años de estudio, tal como lo hizo la Universidad San Francisco Xavier de Chuquisaca?
— No me animaría todavía a dar un juicio categórico al respecto. Lo que hay que garantizar es que si la licenciatura está programada para cinco años, que termine en esos cinco años.
— ¿Cómo se implementará el compromiso de la gratuidad del título para todos los universitarios de la UMSA?
— Todavía esto no está vigente.
— Si bien el Estado proporciona esta educación gratuita, en algunas carreras se piden aportes voluntarios excesivos…
— Eso es lo que hay que regular. Le llaman aporte voluntario que en el fondo no es tan voluntario. Pero lo que sí ha quedado demostrado es que ese aporte amortigua mucho los gastos de las necesidades que van a favor de los mismos estudiantes universitarios.
— Una de sus promesas fue modernizar el sistema de enseñanza a través del mundo informático, ¿cómo hará esto?
— Buscamos que tanto el funcionamiento administrativo como la actividad de formación estén monitoreados por el sistema informático, desde la obtención de certificados hasta la de información que tiene que dar al estudiante. Además, el sistema de enseñanza o los trabajos investigativos que se proporcionen a los alumnos también deben estar regidos por el sistema informático.
— ¿Cuándo se realizará el segundo congreso de la universidad y cuál será el objetivo?
— El segundo semestre de este año. El objetivo será una reingeniería institucional, una reingeniería jurídica y también, sobre todo, una reingeniería académica.
— ¿Qué proyectos específicos se realizarán en su gestión?
— La idea es que la universidad coordine con el Estado cuanto proyecto de desarrollo beneficie al país. La UMSA debe dar señales claras de ejercer un liderazgo natural en todo lo que significa propuestas y proyectos de desarrollo. Pensamos que nuestros docentes, nuestros investigadores son subutilizados por el país. Paralelamente a esto creemos necesario el mejoramiento de la calidad académica, de la calidad de la enseñanza.
Perfil
Nombre: Waldo Albarracín
Nació: 20-09-1957
Profesión: Abogado
Cargo: Rector de la UMSA
Un ex defensor del pueblo
Waldo Albarracín es licenciado en Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Mayor de San Andrés, donde también realizó el Diplomado en Educación Superior. Es Magíster en Derecho Constitucional. Fue presidente de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia (1992-2003) y miembro del Consejo Ciudadano para la Reforma a la Constitución Política del Estado (2001). En 2003 fue elegido como Defensor del Pueblo, cargo que ocupó hasta 2008. Desempeñó el puesto de Asesor Jurídico de la UMSA de 1986 a 2003. Fue jefe del departamento de Asesoría Legal de la UMSA de 2008 a 2009. Es rector de la UMSA desde diciembre de 2013.
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