La tarea de “Dardi”, como lo llaman sus colegas y alumnos, se concentró fundamentalmente –según dijo ayer el rector regional de la UCB, Alfonso Vía Reque–, en décadas de cátedra en la Facultad de Humanidades de la Universidad Mayor de San Simón y en la Facultad de Filosofía y Letras de la UCB, y su actividad pastoral al frente de la Parroquia Pío X por más de 27 años.
Además, Dardichón escribió centenas de artículos de opinión en diversos medios impresos y revistas especializadas.
Luego de recibir su investidura, Francisco Dardichón, natural de España, ofreció un discurso en el que dijo que aprendió a ser sencillo a través del contacto que tuvo con la gente humilde cuando llegó a Bolivia, hace 40 años.
También habló sobre su amor a la filosofía, “esa vieja arrugada de 40 siglos”, gracias a quien ha encontrado respuestas fundamentales a preguntas trascendentes como: ¿Para qué vivir? ¿Vale la pena vivir? ¿Es ética la eutanasia?
En su discurso, con el que en varias oportunidades provocó la risa del auditorio, Dardichón habló también de teología y aseguró que “Dios quiere que seamos felices sin jorobar al vecino” y que “Dios no castiga, Dios perdona”.
Finalmente, el rector Nacional de la UCB, Marco Antonio Fernández, manifestó su esperanza en que “nuestra comunidad pueda encarnar los elementos de una vida entregada al servicio del Señor y a la pasión por el mundo del intelecto”, características de Francisco Dardichón.
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