Clausurada y de luto. Así celebra sus 105 años de creación la Escuela de Formación Superior de Maestros Mariscal Sucre, cuyos estudiantes y docentes mantienen una movilización exigiendo la renuncia de la Directora General y el cumplimiento del acuerdo firmado con el Viceministerio de Educación Superior el 10 de abril.
Desde que se desató el conflicto el jueves pasado, las puertas de la Universidad Pedagógica se mantienen cerradas debido a que los estudiantes tomaron físicamente la infraestructura.
Sin antes haber intentado encontrar una solución consensuada, el martes, el Ministerio de Educación clausuró el año académico. Dos días después retrocedió en su determinación y planteó reabrir la gestión, siempre y cuando estudiantes y docentes volviesen a clases inmediatamente y se comprometiesen a compensar los días perdidos.
Esa decisión fue calificada de “chantaje” por el ejecutivo de la Federación de Estudiantes de la Universidad Pedagógica Mariscal Sucre, Marcelo Ortega, quien junto a tres de sus compañeros hoy cumple su quinto día de huelga de hambre, mientras que otro grupo que está en la glorieta de la plaza 25 de Mayo cumple tres días hoy.
Así, la movilización de los estudiantes es permanente. Anoche salieron en una marcha de teas que recorrió varias calles de la ciudad hasta pasar por la cuadra donde, según los estudiantes, vive la directora General de la Escuela de Maestros, Solange Cabrera, quien le volvió a reiterar a este diario que no renunciará a su cargo por el “caprichito” de unos cuantos.
Para hoy, Día del Maestro Boliviano y aniversario de la Escuela Madre de Bolivia, está prevista una marcha con la participación de los maestros urbanos, estudiantes y docentes.
De hecho, esta manifestación se constituirá en un desagravio a la Escuela de Maestros Mariscal Sucre, pues al encontrarse clausurada “no hay nada que festejar” y, por el contario, “hay luto”. Una prueba de ello, es que una gran parte de los estudiantes vistió de negro anoche.
Mientras esto sucede, Ortega manifestó que están a la espera de que el ministro de Educación, Roberto Aguilar, llegue a Sucre para solucionar el conflicto y establezca las bases para que a lo largo de esta gestión no haya más paralizaciones.
Los estudiantes insisten en que el camino más viable para retornar a la normalidad es la renuncia de Cabrera. Empero, la aludida dijo que no tiene por qué renunciar a su cargo, pues ella no cometió ningún delito.
Así como están las cosas, no se vislumbra una solución, mientras más de 1.000 estudiantes y casi unos 100 docentes y administrativos están en las calles exigiendo atención a sus demandas.
Sin clases
7 días continuos que no hay clases en la Escuela Superior de Formación de Maestros Mariscal Sucre.
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