Uno de los grandes conflictos por los que atraviesan los jóvenes al culminar la etapa de colegio, es la decisión que deben tomar con relación a la profesión que estudiarán, algunas veces se sienten inseguros, no muy satisfechos y atraviesan por un confusión de decisiones.
Elegir la profesión que uno estudiará es aparentemente sencilla y fácil de decidir, sin embargo se inmiscuyen una serie de factores como la vocación, capacidades con las que uno cuenta, metas propuestas, las perspectivas que ofrecen las determinadas carreras y el campo laboral en el que después uno se desenvolverá.
La orientación vocacional puede ayudar a aclarar las dudas con las que se cuenta, también el tomar en cuenta el punto de vista que se tiene de las materias que uno venció en el colegio, de todas formas no siempre se cumple la lógica de que si uno es bueno con los números debe estudiar ingeniería.
Cuando llega el momento de elegir una carrera, no se debe dejar de lado las actividades que a uno le gusta desempeñar, y por supuesto debe existir un impulso por saber qué es lo que interesa aprender más, por ejemplo me gusta todo lo relacionado con el deporte, me gustas las compras y ventas, los niños, brindar ayuda social, etc.
Las actividades que a uno le gusta realizar o que fueron cumplidas satisfactoriamente en el transcurso de la vida, sirven para poder encontrar que profesión o profesiones se relacionan con las actividades que a uno le agrada desempeñar, de esta manera ya se tendrá una selección reducida de todas las profesiones con las que se tiene a disposición.
Al tener un grupo de profesiones reducido la decisión ya se tornará más clara, es importante también preguntarse con quiénes uno trabajará en la determinada profesión, así por ejemplo, si uno decide estudiar medicina debe saber que trabajará con el cuerpo humano y todas sus manifestaciones.
No solo uno tendrá que saber con quiénes uno va a trabajar, sino tiene que informarse todo a cerca de la profesión, en que universidades uno puede encontrar esas carreras, la malla curricular con la que cuentan, sus perspectivas laborales es decir los empleos que ofrece la profesión.
Como podemos darnos cuenta son varios factores los que se inmiscuyen y además cómo estos tienen que estar relacionados, no siempre lo que gusta hacer marcará la profesión para un futuro, o peor aún elegir una carrera solo porque está es bien remunerada.
Visualizar cómo se verán en un futuro ayuda bastante, imaginarse cómo se verán trabajando o dónde trabajarán, este aspecto es importante porque muchas veces uno estudia y vence satisfactoriamente la etapa universitaria, hasta que empiezan a trabajar y no le gusta el lugar donde deben desempeñarse profesionalmente, por eso se escucha decir a varios profesionales no pensé que tendría que trabajar en este lugar, y vuelven a la incertidumbre con la que se encontraban en un inicio de la elección de su profesión.
No elegir la profesión correcta en parte se debe a que muchos jóvenes están decidiendo solos, basados en el desconocimiento y en ideas preconcebidas, escogen la carrera por el estatus, el dinero, porque fue sugerida por terceros o a causa de la presión familiar, el rol de los padres cumple una función importante, ya que deben mantener diálogo para apoyar las pasiones y preferencias de sus hijos, decidir la profesión sin el apoyo y comprensión de los padres puede causar cierto grado de frustración en los jóvenes.
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