Jubilados o muertos son las dos únicas formas en que los docentes titulares, así como el 90 por ciento de los extraordinarios, podrían salir de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS).
Desde hace varios años los docentes extraordinarios tienen sus empleos asegurados, debido a que la Ley General del Trabajo los protege y, por lo tanto, no podrían ser despedidos.
La mayor parte de las convocatorias que lanza la UMSS no estipula un tiempo determinado de contrato, lo que implica que al tercer mes de trabajo, vale decir medio semestre, los docentes extraordinarios pueden reclamar sus derechos laborales para que se les otorgue todos los beneficios sociales y formen parte de la planilla fija de la institución.
Esto incluye seguro médico, vacaciones pagadas, aguinaldo, doble aguinaldo y aportes a las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), entre otros beneficios.
En los hechos, los docentes extraordinarios y ordinarios tienen los mismos derechos y beneficios laborales que los titulares.
Uno de los beneficios de ser titular es el dinero extra que recibe por el escalafón docente.
Desde el rectorado calculan que apenas un 10 por ciento de los docentes no tiene asegurado el cargo, espacios en los cuales podrían ingresar nuevos catedráticos.
Este 10 por ciento de los profesionales habría ingresado durante las gestiones 2014-2015 en base a convocatorias, contratos por semestre o por año.
El docente extraordinario Henry Pinto comentó que, por ejemplo, un docente que ingresa con una convocatoria, sin tiempo definido, al tercer mes ya puede reclamar su contrato indefinido y pedir todos los beneficios sociales. Lo mismo pasa cuando el docente tiene tres contratos por tiempo definido, ya que según la ley al cuarto tendría que ser contratado por la institución.
POCOS ESPACIOS
La directora de Planificación Académica de la UMSS, Elena Ferrufino, ratificó que la permanencia es un hecho en la UMSS y que casi no existen espacios para nuevos docentes, tal como lo asegura la Federación Universitaria Local.
Las convocatorias que se realizan son porque los docentes renunciaron, viajaron, se enfermaron o porque se abrió un grupo nuevo para otra materia.
También se da cuando se abren nuevas carreras, tal como sucedió con las de Educación Física y Deportes y Música.
En estas últimas dos carreras, según Ferrufino todos los docentes son extraordinarios.
Asimismo, señaló que la Ley General del Trabajo está por encima de las normas universitarias, y que en varias ocasiones en las que hubo retiros de docentes éstos lo denunciaron logrando ser restituidos en sus cargos.
DOCENTES INVITADOS
Una de las diferencias que hay entre los docentes titulares y extraordinarios es que los primeros pueden invitar a otros profesionales en caso de enfermedad, para sus reemplazos, o cuando requieren hacer un curso en el exterior.
Desde el punto de vista del secretario general de la Federación Universitaria Docente (FUD), Juan Ríos, existen más desigualdades que deben ser anuladas. La primera es la brecha económica pues, según Ríos, se trata de una diferencia de 1.500 bolivianos entre la cátedra de un titular y un interino.
El docente mencionó que los extraordinarios deben someterse continuamente a los procesos de evaluación, porque son contratados por un solo semestre o una gestión.
También son pasibles a la reducción de carga horaria, y en caso de jubilación de algún docente no son tomados en cuenta para reemplazarlos.
DERECHOS POLÍTICOS
Una de las conquistas logradas por el sector extraordinario es el de los derechos políticos. Desde el año 2009 pueden ser tomados en cuenta para asumir cargos jerárquicos como las decanaturas y jefaturas de trabajo “como cualquier trabajador”, indicó Ríos.
El único requisito es que cumplan dos años en el ejercicio de sus funciones, aseguró.
También pueden participar de los consejos de Carrera y del Honorable Consejo Universitario con voz y voto.
En este sentido, Ferrufino señaló que debe implementarse un escalafón docente a partir de una constante evaluación para el ascenso e incluso destitución de algunos educadores.
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