domingo, 10 de mayo de 2015

INSTAN A NO GENERALIZAR LA FALTA DE CAPACIDAD DE LOS DOCENTES

Así como en la UMSS existen docentes de baja calidad académica, también existen otros que cuentan con las capacidades y características necesarias para desarrollar un proceso de enseñanza y aprendizaje que permita la formación de profesionales competitivos, recordaron docentes consultados sobre su opinión frente al conflicto universitario que denotó una crisis estructural.

El docente titular y extraordinario de las carreras de Comunicación Social y Ciencias Políticas, Roberto Fernández, dijo que tanto en docentes titulares como en extraordinarios hay quienes destacan y cumplen con su labor de enseñanza. En tanto que otros sólo se ocupan de hacer política sin producir conocimiento e investigar.

Asimismo, el dirigente estudiantil de la Federación Universitaria Local (FUL), Alejandro Mostajo, explicó que el ingreso de aquellos docentes "malos" se debe a los favores políticos o relaciones de parentesco.

Recordó que existen casos en los que estudiantes que apenas salieron de la universidad, sin ejercer su profesión, se convirtieron en docentes o formaron parte del plantel administrativo de la UMSS.

Frente a esta realidad Fernández sugirió con miras a la realización del Congreso Institucional, que fue convocado pero fracasó en al menos tres oportunidades, que los docentes y estudiantes de cada gremio sean escogidos por su capacidad académica y desempeño. "Para eso se tendrá que establecer un reglamento que evalúe el trabajo del docente", aseveró.

Esta opinión fue respaldada por el docente titular en Derecho Constitucional, José Antonio Rivera, que añadió que una manera de acabar con las pugnas políticas en la UMSS al momento de optar a cargos al interior de la casa de estudios superiores es que los catedráticos destacados y estudiantes puedan ocupar estos puestos.

Asimismo, Fernández sugirió agregar a la Ley General del Trabajo algunos puntos en el que se vele por la academia en el caso de aquellos docentes que son pésimos y que no son removidos de sus fuentes laborales, porque esta normativa los ampara perjudicando a una gran cantidad de estudiantes que salen cada año.

El conflicto también ha reflejado la división que existe entre quienes respaldan la decisión adoptada por el Consejo Universitario y quienes consideran que hay que revisarla. Algunos docentes titulares y extraordinarios indicaron en diferentes comunicados que hay la necesidad de velar por la academia dejando de lado los intereses políticos. Pidieron anular el documento o dejarlo en suspenso y pensar ante todo en brindar una solución académica acorde a las necesidades actuales para el mercado laboral encarando un trabajo comprometido para el Congreso Institucional que esperan se convoque próximamente.

Un docente extraordinario que dicta clases hace más de cinco años y prefirió guardar su nombre en reserva aseguró estar de acuerdo con la resolución, pero sugirió que sea más detallada porque no todos deberían beneficiarse con ella. Reconoció que existe presión por parte de las autoridades ya que ante cualquier comentario que se vierte de manera pública son amedrentados y amenazados con que se les quitará alguna materia u horas académicas.

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