Una gama diversa de productos cárnicos, lácteos y encurtidos produce el Laboratorio, Taller de Alimentos de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS). Los productos son comercializados en un único punto de venta, próximo a la puerta principal de ingreso al campus universitario, allí se tiene una tienda en la planta baja.
Los alimentos que son producidos en la UAJMS no tienen nada que envidiar a otros que comúnmente se encuentran en el mercado local y aunque su finalidad no es competir ni copar los puntos de venta la demanda tiende a crecer.
Al menos 30 productos son fabricados con las más altas normas de inocuidad alimentaria. Entre los productos cárnicos destacan los chorizos en sus variedades: parrillero, precocido y pollo. A esta se suman el jamón de queso de cerdo y pollo, butifarras, salchicha tipo Viena y mortadela. El costo de estos oscila entre los 42 a 65 bolivianos el kilogramo.
En lácteos se oferta una variedad de yogures, entre los que se encuentran el batido, natural, dietético, madurado y frutado, a la lista se suman los quesos fundidos en distintas presentaciones y crema de leche. Además de mermeladas de los frutos de la estación, dulce de durazno, entre otras variedades.
Entre los encurtidos tiene a la venta escabeche surtido y otros solamente de ajíes, cebolla, ajo, ulupica y pepinillo. De acuerdo a su tamaño, el precio varía y hay de 12 a 25 bolivianos. La producción de cada uno de estos es semanal y de acuerdo al requerimiento de la tienda.
El Laboratorio, Taller de Alimentos de la UAJMS fue creado en 1986 e inició con la producción de cárnicos, y de manera paulatinamente implementó las otras dos áreas, informó la jefa del área, Beatriz Sosa.
“Por ser Universidad, los productos tienen un cierto grado de jerarquía en su proceso –mencionó Sosa–. El taller en 2014 se ha equipado con nuevas tecnologías para sacar a otros tipos al mercado”.
Los ingresos económicos que se generan a través de la venta son depositados a una entidad bancaria, cuyos recursos nuevamente retornan a la institución para la compra de materia prima e insumos a modo de lograr una producción constante.
Cada uno de estos productos cuenta con el Registro Sanitario que es emitido por el Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), lo que certifica que el producto está legalmente avalado para su comercialización y consumo.
Inspección
El coordinador regional de Inocuidad Alimentaria del Senasag, Jhonny Ovando, reveló que en los siguientes días se tiene previsto efectuar una inspección al área de producción de alimentos de la UJAMS. El operativo está más dirigido al control de los embutidos que se producen, porque la demanda de estos se incrementa por las fiestas de San Juan.
La obtención del Registro Sanitario consiste en dos etapas. La primera está referida a la presentación de documentos como el Número de Identificación Tributaria (NIT), contar con un espacio para su elaboración, declarar el tipo de alimentos a producir, los ingredientes a emplear en cada unos de los productos. De acuerdo a toda esta información, el Senasag programa una inspección para verificar que todo lo declarado se ha cumplido a cabalidad, posterior a ello se procede a la toma de una muestra de cada producto con el objeto de confirmar en laboratorio. Una vez que se obtiene el resultado de los análisis de laboratorio, el Senasag Tarija elabora un informe que es remitido a la nacional para que los datos sean elevados al sistema de la institución.
En cinco meses se debe renovar el Registro Sanitario
El coordinador regional de Inocuidad Alimentaria del Senasag, Jhonny Ovando, informó que el Registro Sanitario de los productos de la UAJMS tiene una vigencia hasta octubre de la presente gestión. Este requisito indispensable para su comercialización debe ser renovado cada dos años, pero la universidad en 2014 presentó un retraso administrativo, lo que generó que de manera tardía se le emita la certificación, es por ello que nuevamente está a punto de vencerse su próximo plazo.
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