Al comenzar la semana 15 del conflicto en la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), que mantiene a miles de estudiantes fuera de las aulas, las expectativas no son favorables a la resolución de la crisis. En lugar de ello, existen voces que advierten de un posible recrudecimiento de la violencia hoy.
Universitarios que admitieron pertenecer a las juventudes del MAS le declararon la guerra al grupo de la FUL. El dirigente de base de los universitarios del MAS reconoció: “estamos en apronte y en guerra, estamos defendiendo el derecho a la educación de más de 70 mil universitarios y lo haremos cueste lo que cueste”.
Por su lado, Álvaro Pariguancollo, del centro de estudiantes de Ciencias Políticas, declaró que retomarán una asamblea para viabilizar la apertura de las puertas de la universidad, “pero ya no seremos solamente los estudiantes que ven (el viernes), vamos a ser muchos más”, adelantó.
En cercanías de la UMSS ayer se comentaba que hoy lunes iban a llegar más estudiantes del trópico para reforzar al grupo de los universitarios del MAS para garantizar la apertura de las puertas, ante el retorno a clases de los colegiales que los dejarán sin infraestructuras para seguir avanzando materia con algunos catedráticos. Ante este rumor, los estudiantes de la FUL también tomaban sus recaudos.
El ministro de Educación, Roberto Aguilar, consultado sobre los probables enfrentamientos que podrían ocurrir en las próximas horas, admitió que la crisis en la UMSS tocó fondo. “Ya pasó del plano de lo dramático, a lo crítico, porque se está poniendo en riesgo la vida misma de los estudiantes”. Consultado sobre si había alguna injerencia del Gobierno a través de las juventudes del MAS y otras facciones, el Ministro dijo que ninguna. “Si hubiera alguna, ya habríamos intervenido la universidad, no lo vamos a hacer por respeto a la autonomía universitaria, pero esto se tiene que acabar”. Aguilar opinó que el daño que se le está causando al prestigio de la UMSS, al sistema universitario y a los estudiantes, “ya es irreparable porque no se puede volver el tiempo atrás y las facturas de este daño serán muy altas”.
Si bien el Gobierno no intervendrá la UMSS, la Policía Boliviana estará alerta ante cualquier enfrentamiento para frenar la violencia, “porque la autonomía universitaria no es un mecanismo de impunidad, si se cometen delitos, se va a actuar para preservar la vida y los bienes”, advirtió Aguilar.
Este diario efectuó el sábado un sondeo de opinión a 30 personas adultas, personas con hijos en edad universitaria, y se les consultó, desde su perspectiva, quién o quiénes eran los responsables del conflicto universitario.
En base a esa muestra, se concluyó que cinco de cada 10 personas responsabiliza al Rector de la UMSS por la crisis, cuatro de cada 10 culpa a los tres actores: rector, docentes y estudiantes y una de cada 10 personas señala a los estudiantes como causantes del conflicto. Todas coinciden en que los docentes deben dar exámenes.
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