La Universidad Técnica de Oruro (UTO) tuvo un año de relativa tranquilidad, sin sobresaltos de importancia, lo que permitió cumplir el calendario académico como estaba planificado. Sus logros fueron mostrarse al "mundo" con varios objetivos cumplidos no solo en el campo científico sino también en el ámbito cultural.
Uno de los mayores logros estuvo al mando de sus autoridades y ex autoridades, al asumir cargos de relevancia, como por ejemplo el ex rector Gustavo Rojas asumió la presidencia del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB) y el actual rector Carlos Antezana García se consolidó en la presidencia del Consejo de Rectores por la Integración de la Subregión Centro Oeste de Sudamérica (Criscos), una entidad que vela por la movilidad estudiantil entre varios países de Sudamérica.
En el campo de desarrollo, se encaró una serie de obras de infraestructura, principalmente para garantizar el proceso de enseñanza-aprendizaje de los estudiantes, con mejores condiciones de estudio. Asimismo, se hizo el equipamiento requerido para fortalecer este propósito. Los proyectos no solo se encararon en la ciudad, sino también en las subsedes de la UTO, como Huanuni, entre otras. Por otro lado, las acreditaciones logradas ante el CEUB por las carreras Antropología y Derecho, por ejemplo, fue otro de los objetivos trazados para esta gestión.
También se notó el avance tecnológico y científico en las distintas unidades académicas de la casa de estudios superiores, hecho que se observó con el trabajo en laboratorios, en ferias académicas que sirvieron como precedente del trabajo de la UTO.
El tema político no estuvo exento en algunas unidades facultativas, cuyas elecciones ya sea de autoridades o estudiantiles terminaron en batallas campales, pero ante todo se impuso la razón para permitir el trabajo de gestión.
La carrera de Medicina, fue la que dio la nota negra en el 2015, con un ambiente violento y de persecución hacia aquellos estudiantes que denunciaron presuntos hechos anómalos. Asimismo, el cuestionamiento de algunas de sus autoridades y la investigación de adulteración de notas en el Ministerio Público, hicieron dudar de la credibilidad de esta carrera.
En el campo cultural, la entrada universitaria fue una de las más destacadas, por razones de organización se adelantó para agosto. La carrera de Ingeniería Química fue la ganadora con la danza del salaque, representó a la UTO en septiembre en el encuentro nacional de la cultura en Pando, donde también logró el primer lugar. Oruro dejó un precedente alto, por la rica cultura que posee.
Una de las pocas movilizaciones que enfrentó la UTO fue la de los postulantes a la Facultad de Economía. Sin embargo, las autoridades demostraron que aquellos reclamos fueron infundados cuando se evidenció que se actuó con transparencia en las calificaciones.
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