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lunes, 28 de diciembre de 2015
Pedro Leonardo Gutiérrez sale del salón vistiendo la toga y birrete tradicionales
Es observador y tiene una gran capacidad de atención y de concentración. Sus docentes sabían de su potencial para las matemáticas y la informática, cuyas pruebas resolvía en minutos aunque las entrega junto con los demás porque nunca le gustó ser visible ni protagonista.
Forma parte del 0.2% de la población que tiene un coeficiente intelectual (CI) igual o mayor a 143 en la escala de Wechsler; su valor de CI es mayor al que tiene el 99.8% de la gente. Pedro Leonardo Gutiérrez sale del salón vistiendo la toga y birrete tradicionales. Acaba de graduarse de la carrera de Ingeniería de Sistemas en Univalle y ha cambiado desde la última vez que lo entrevisté, hace cinco años.
De contextura delgada, mediana estatura, con un rostro pálido y despejado, mirada tímida pero limpia y agradable voz, es visible que creció y maduró.
Estamos frente a frente y él se ve tenso: por un lado, no le gusta ser el centro de atención; por el otro, sigue reacio a las entrevistas. Confiesa sentirse un poco aturdido frente a las cámaras o micrófonos de los periodistas.
Luce serio pero mientras habla, sonríe nervioso unos instantes para luego volver a su estado reservado. Antes de dar una respuesta, la piensa dos veces. En realidad, hacer que cuente uno de los pocos genios del país, en el que están centradas muchas expectativas a futuro, cuesta un mundo…
La noticia
Corre reguero de pólvora, corre la noticia por los medios de comunicación y las redes sociales: “Pedro Leonardo Gutiérrez Pedrazas, de 19 años, se tituló como el ingeniero en Sistemas Informáticos más joven de la historia de la Universidad del Valle y del país…”.
No es para menos: la edad de titulación de los profesionales que culminan sus carreras en los cuatro o cinco años establecidos en los planes de estudios suele oscilar entre 22 y 23 años.
En su caso, se tituló como el mejor estudiante de la graduación número 34 de Univalle, con un promedio general de 88 puntos. La diferencia principal respecto a la gran mayoría de los alumnos que pasaron por esas aulas radica en que menos del 1% de los inscritos poseen un CI de 143 o más en la escala de Wechsler.
Su excelencia le hizo ganador de una beca completa en Univalle y el ingreso libre en la casi cuatricentenaria Universidad San Francisco Xavier, concretamente a la carrera de Ingeniería Civil, donde culminará el octavo semestre y el proyecto para su titulación en 2016.
Su entorno
“Leo”, como le llaman sus familiares y amigos, es el estudiante mimado y orgullo de Univalle. Allí lo reconocen como una mente brillante y excepcional, un joven responsable que nunca dio problemas. Es sencillo, humilde y con mucho potencial, dicen de él.
Durante sus dos primeros meses de estudiante se le notaba reservado; sus compañeros lo veían como alguien diferente. Claramente, había una distancia entre la edad promedio del curso y él. Aun así, se fue adaptando al grupo: participaba en las actividades extras e interactuaba con ellos irradiando la alegría propia de la adolescencia: ¡no era el típico nerd que todos pensaban! Entonces, se ganó el cariño y el respeto generalizado.
Es observador y tiene una gran capacidad de atención, de concentración. Sus docentes sabían de su potencial para las matemáticas y la informática, cuyas pruebas resolvía en minutos, según el director de la carrera de Ingeniería de Sistemas Informáticos de Univalle, José Ramiro Nogales, aunque las entregaba junto con los demás porque nunca le gustó ser visible ni protagonista.
Concursó en varios campeonatos interuniversitarios de Programación en el área de Sistemas, donde demostró su genialidad siendo el estudiante más joven a nivel nacional.
Los años de estudio de Leo transcurrieron entre desvelos y arduos trabajos que supo combinar con momentos gratos en su tiempo libre para jugar en la computadora, leer, practicar deportes y, como cualquier otra persona, enamorarse… una experiencia, según sus palabras, diferente pero hermosa.
El personal docente de Univalle desea para el flamante ingeniero que pueda proseguir sus estudios de posgrado en el exterior, en una institución que le exija y le permita desarrollar su talento extraordinario, compitiendo con profesionales que tengan un coeficiente intelectual elevado.
Habiendo culminado esta nueva etapa como estudiante revela que tiene una serie de sentimientos encontrados debido a la incertidumbre del futuro. Reconoce que en la Univalle aprendió valores que serán el pilar de su vida futura, como persona y como profesional. Así, comprendió el significado de las palabras solidaridad, respeto, espíritu de superación, compañerismo y afán de servicio.
Finalmente consiguió llegar a la meta, aunque sabe que le resta mucho camino por recorrer. Tiene el propósito de seguir estudiando para poder ayudar a progresar al país. Por lo pronto, le han ofrecido becas en Estados Unidos y México.
Se plantea servir a la sociedad dando lo mejor de sí para no defraudar a nadie. Con la premisa de alcanzar sus propias expectativas y no las de los demás, Leo se alista para ponerles alas a sus sueños de éxito y felicidad.
Pedro Leonardo Gutiérrez
- Pedro Leonardo Gutiérrez Pedrazas nació en Sucre el 29 de enero de 1996.
- Sus padres son Roberto Gutiérrez Tapia y Gladys Pedraza. Es el tercero de cuatro hermanos.
- Tiene un Coeficiente Intelectual (CI) de 143 en la escala de Wechsler, es decir, un CI mayor al de 99.8% de la población.
- Forma parte del 0.2% de la población que tiene un valor de CI igual o mayor a 143.
- Aprendió a leer y escribir prácticamente solo antes de asistir al kínder. A sus tres años ya realizaba operaciones de matemáticas.
- Cursó nivel inicial en la escuela San Lázaro, primaria en la escuela fiscal Adolfo Siles y secundaria en el colegio Boliviano Alemán “Cardenal Maurer”.
- Salió bachiller a los 14 años; siempre llevó el estandarte de su colegio y recibió diplomas de honor.
- Pasó clases de inglés en los cursos de extensión de la Universidad San Francisco Xavier.
- Fue alumno de la Academia de Teatro y Declamación “Norah Bernal de Daza” y participó en las versiones VII, VIII y IX del Festival Internacional de la Cultura entre 2000 y 2002.
- El 15 de diciembre de 2003, la Alcaldía de Sucre lo declaró “Ciudadano Predilecto de la Ciudad”.
- Ese mismo año fue reconocido como Embajador de la Cultura.
- El 15 de diciembre de 2003, durante la inauguración de la V Asamblea General de la Confederación Parlamentaria de las Américas, en Caracas, Venezuela, Leo arrancó lágrimas a unas dos mil personalidades de América y Europa después de declamar el poema “Pido la palabra” del escritor chuquisaqueño Eliodoro Aillón Terán.
- Fue reconocido en Univalle como “el mejor de los mejores”, obteniendo una beca de Excelencia Académica.
- A los 15 años ingresó a la carrera de Ingeniería de Sistemas Informáticos de la Univalle, subsede Sucre.
- A los 19 años se tituló y se convirtió en el ingeniero de Sistemas Informáticos más joven de la historia de la Universidad del Valle.
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