“El Carnaval de Oruro 2016 no tuvo planificación seria y responsable. Ni siquiera había tiempo para la instalación de graderías con anticipación, sino faltando cuatro o cinco días para la realización de ese evento de trascendental importancia mundial”. “Hubo desorden en el Carnaval de Oruro”, afirmó el rector de la Universidad Técnica, Carlos Antezana García.
Lamentó la falta de sistemas de seguridad y efectivos militares y policiales que no ponían orden a los miles de espectadores que invadieron la ruta por donde debían pasar los conjuntos folklóricos.
Dijo que las vallas de seguridad ayudaba un poco para controlar a los espectadores, pero era “fácil de saltar y de invadir las calles”, especialmente en el momento de la entrada de los danzarines, especialmente en la calle Bolívar, plaza 10 de Febrero y la calle Petot. El mismo problema se repetía en la avenida 6 de Agosto. Los vendedores de productos, especialmente de cerveza, seguían sin problema su camino, vendiendo las latas delante de los mismos policías que solamente miraban y miraban, sin aplicar las prohibiciones que la Alcaldía Municipal había anticipado.
La organización del Carnaval se encarga cada año a la Alcaldía Municipal, la Asociación de Conjuntos del Folklore y el Comité de Etnografía y Folklore. La Municipalidad se encarga de trabajar en el mejoramiento de la ruta del Carnaval, coloca luces y asfalto sobre los rieles del ferrocarril, debía controlar los puestos de venta y otorgar sistemas de seguridad.
La Asociación –según sus atribuciones no escritas ni establecidas–, solamente se preocupa de aprobar el rol de ingreso de los conjuntos folklóricos y de contratar policías de verde para acelerar el paso de los danzarines y evitar baches entre los conjuntos.
El Comité de Etnografía y Folklore se atribuye solamente tareas de investigación del Carnaval, de la música y la danza, la vestimenta y coreografía, pero casi nunca se conoce un resultado al respecto.
La Alcaldia contrata a policías y dispone de agentes municipales, pero el sábado y domingo del carnaval, desaparecen. “Existía mucha gente en la ruta del carnaval. Las autoridades deben preocuparse más en la organización, para evitar esta mala imagen del Carnaval de Oruro”, manifestó el rector. Según el concejal Saúl Aguilar, “esta vez la organización del Carnaval ha retrocedido, porque siempre se vende metros lineales faltando una semana a la realización del evento, la colocación de las graderías no se hace con anticipación y parece que los vendedores del interior del país tienen más preferencia que los comerciantes de Oruro”.
Dijo que otra cosa es el espectáculo como tal, porque los danzarines y bandas de música se esmeran para ofrecer un buen carnaval, pero “no hay nada de planificación, nada de promoción y, este año, más todavía ha afectado el paro y bloqueo de caminos, por parte de los transportistas”.
El Rector de la UTO dijo que los conjuntos folklóricos “muestran toda la riqueza cultural del departamento de Oruro, pero la organización ha sido deficiente y, por eso, hay que felicitar a los danzarines y músicos, por la alegría y la belleza, pero la seguridad ha dejado mucho que desear”.
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