martes, 26 de abril de 2016

Elena Ferrufino Coqueugniot, primera mujer candidata a vicerrectora de la UMSS

A POCOS DÍAS DE LAS ELECCIONES PARA RECTOR Y VICERRECTOR DE LA UMSS| OH! CONVERSÓ CON LA PRIMERA Y ÚNICA CANDADITA MUJER A ESE CARGO, EN LA HISTORIA DE LA INSTITUCIÓN.

Después de una larga y profunda crisis, cuyos efectos se sienten todavía, la Universidad Mayor de San Simón ha previsto finalmente la realización de elecciones para los cargos de Rector y Vicerrector. El claustro, que debía haberse realizado a finales de agosto del 2015, ha sido oficialmente convocado por el Comité Electoral para este 6 de mayo próximo.

Entre los varios frentes que se están postulando, aparece en el escenario, por primera vez en la historia de esta Institución, la figura de una mujer; la única entre una lista de al menos diez candidatos varones.

Se trata de la Dra. Elena Ferrufino Coqueugniot, docente titular con más de 30 años de ejercicio profesional en la UMSS y con una trayectoria académica reconocida, no solo en el ámbito universitario sino en esferas culturales, literarias y artísticas de la región y del país.

OH! conversó con ella sobre su reconocida trayectoria y el cargo al que aspira hoy.



OH!: ¿Quién es Elena Ferrufino?

Soy docente de San Simón desde el año 1984, aunque me desempeñé como auxiliar de cátedra desde el año 1978. Soy parte de la primera promoción de la Carrera que ahora se denomina Lingüística Aplicada a la Enseñanza de Lenguas. Realicé mis primeros estudios de posgrado en Francia -gracias a una beca del gobierno francés- donde me especialicé en la metodología de la enseñanza de lenguas extranjeras, por un lado y, por el otro, en la Literatura francesa del siglo XIX. Algunos años más tarde, me hice acreedora de otra beca, esta vez en Estados Unidos, en la Universidad de Colorado, en Boulder, donde obtuve mi doctorado en Literatura Comparada. Ahora mismo, me encuentro realizando una investigación posdoctoral, que comencé a finales del año pasado.

He sido también docente investigadora, en el PROEIB Andes, Directora de la carrera de Lingüística, Directora Académica y también Decana de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación. Durante parte de la anterior gestión fui también Directora de Planificación Académica, designada por mi Facultad para realizar un trabajo técnico que supuso aportes concretos, como la elaboración y publicación del Modelo Educativo de la UMSS, el diseño de algunas de las políticas académicas esenciales de la Institución, a través de la organización de Mesas Académicas, con participación de Decanos y Directores Académicos de las distintas facultades, la realización conjunta del Plan de Desarrollo Institucional, entre otras cosas.

Fuera del ámbito universitario, soy escritora y crítica literaria. Estoy preparando una investigación que tendrá como resultado una historia comparada de la Literatura boliviana contemporánea. Soy miembro de la Unión de Poetas y Escritores de Bolivia y también del PEN Internacional, así como de la Sociedad de ex alumnos de la Universidad de Colorado y colaboradora de algunas revistas especializadas en literatura, en ese país.

Soy, además, madre. Estoy casada con Omar Abud y juntos tenemos tres hijos, que son el mayor orgullo y la más grande felicidad de nuestra vida.



OH!: ¿Qué se siente ser la primera mujer que se postula al vicerrectorado?

Se siente bien. Pero también se siente miedo. Se trata de una responsabilidad muy grande. La Universidad se encuentra sumida en lo que yo creo es la peor crisis de su historia y sacarla de ese atolladero es una tarea inmensa. Sin embargo, confío en que mi experiencia, mi trayectoria y el equipo de gente que me acompaña, me permitirán reencaminar la Institución por los caminos de la academia, de los que se ha venido alejando de manera sistemática durante los últimos años.

Al mismo tiempo, se siente cumplida una misión importante. La presencia de las mujeres en esta Universidad ha ido aumentando con los años. Y, si bien todavía en el sector docente hay menos mujeres que hombres, en el ámbito estudiantil la situación se ha revertido. Tenemos más estudiantes del sexo femenino y su rendimiento académico es superior, en porcentajes, al de sus compañeros varones.

Eso significa que hace tiempo que las mujeres deberíamos ya participar de las más altas esferas de la gestión universitaria. De hecho, felizmente, en los últimos años hemos visto más Decanas que antes y su participación ha sido trascendental en el desarrollo de la vida universitaria.



OH!: ¿Qué implica, para San Simón, la participación de una mujer en este cargo? ¿Cuál cree que será el efecto concreto?

Mire, en base a mi experiencia, considero que la participación de una mujer garantiza fuerza, valentía, entereza, responsabilidad y sacrificio. Y, en el marco de esta crisis, estoy segura de que la gestión llevada adelante por una mujer será marcadamente beneficiosa para la Institución. Y no lo digo de manera chauvinista o “feminista.” Lo digo como mujer convencida de lo que yo misma puedo lograr; de los aportes concretos que he podido consolidar a lo largo de mi trayectoria como gestora en los diferentes cargos que me ha tocado desempeñar.

He visto, además, a otras mujeres en situaciones de administración universitaria, y puedo dar fe de que –en la mayoría de los casos- sus gestiones han estado caracterizadas por una perspectiva diferente de lo que significa la academia, por la responsabilidad y la entrega. Es importante reconocer que la visión de vida y de universidad que tenemos las mujeres es muy particular y aporta al desarrollo de la gestión con elementos únicos, tan importantes como los de nuestros colegas varones. Después de 183 años de gestiones dirigidas por hombres, sin embargo, el desempeño de una mujer marcará un hito esencial, en términos de concertación, pacificación del escenario universitario, diálogo, democracia, respeto.

En mi caso particular, y para responder más precisamente a su pregunta, el efecto que espero conseguir es diverso. En primer lugar, soy capaz de llevar adelante una gestión de trabajo, de transparencia, respeto e inclusión. Considero que el amor y la honestidad son aditamentos imprescindibles para acompañar una gestión sin “amarres”, sin fiestas y comilonas, sin cargos a ofertar. Una gestión que privilegie la participación de docentes y estudiantes, de manera democrática. Una gestión que rompa con las viejas prácticas violentas, prebendales, irresponsables y hasta misóginas del pasado.

Soy una mujer gestora de grupos humanos, concertadora, con una aguda visión de futuro, solidaria, negociadora para la resolución de conflictos, con mucha sensibilidad humana y comprensión de las falencias de los más necesitados; de los invisibilizados de la sociedad y de la universidad. Soy una persona equilibrada, perseverante y fuerte; capaz de tomar decisiones y guiar una institución, sobre todo en el plano académico, hacia la consecución de sus objetivos y sus sueños. Con la ayuda del equipo humano que me acompaña, podré lograr igualdad de oportunidades para todos, socializar la información, erigir una gestión participativa y honesta.

Es hora de hacer cambios profundos. Y nadie mejor que una mujer para hacerlos. La Universidad no puede esperar más. No podemos volver a apostar por las viejas prácticas que nos han sumido en semejante crisis.



OH!: ¿Cuál es su proyecto, en el ámbito académico?

El proyecto que está presentando el frente Renovación es resultado de un emprendimiento amplio, que implica a varios actores, en este caso de las facultades de Humanidades y Arquitectura. Debo decir que se trata de un proyecto que comienza en la construcción del nuevo Modelo Educativo de la UMSS que se concretizó en mi gestión en la DPA. Continúa en el Modelo Académico que ha publicado hace poco la Facultad de Humanidades y sigue en las acertadas gestiones de los Decanos de las facultades mencionadas y de sus equipos docentes y estudiantiles, que están trabajando arduamente en la transformación de sus Unidades Académicas.

Estoy hablando de un proyecto que ya ha comenzado a tomar cuerpo en esos espacios. No estoy elucubrando alrededor de ideas peregrinas. Vamos a implementar un modelo académico basado en un currículo por competencias, habilidades y conocimientos, centrado en el aprendizaje, en el estudiante, con flexibilidad curricular, créditos académicos, interculturalidad, diálogo con los saberes locales y regionales, pluralismo epistémico. También, por supuesto, integraremos las nuevas tecnologías y desarrollaremos nuevas formas de hacer educación, en consonancia con el avance de la tecnología. Tenemos un modelo capaz de dar respuesta a las problemáticas del cambio climático, la seguridad alimentaria, la seguridad ciudadana, las necesidades de la sociedad, a quien se debe nuestra Universidad.

Estoy proponiendo un proyecto que, a través de la herramienta del Congreso Institucional, establezca un nuevo régimen docente transparente y concertado, que respete las normas, así como la estabilidad laboral de los profesores que forman parte de nuestro staff. La implementación del Escalafón docente, que nos permitirá establecer sistemas de seguimiento y evaluación continúa. No solo eso, pretendemos estructurar una Escuela de Formación Docente, que garantice que todo profesional que quiera ejercer la docencia, tenga la formación adecuada para hacerlo.

Vamos a instaurar un régimen estudiantil flexible, motivador e incluyente. Pretendemos, también, inaugurar la carrera administrativa, lo que nos permitirá no solo hacer justicia con los trabajadores de San Simón, sino también garantizar una labor efectiva y eficiente por parte de ellos.

Nuestro proyecto de universidad está basado en 6 modelos: el modelo de universidad, el modelo de gestión, el académico, el de investigación, el de interacción-integración social y el modelo de infraestructura y soporte técnico.



OH!: ¿Quién la acompaña en la fórmula?

El Arquitecto Néstor Guzmán se está postulando al cargo de Rector, junto conmigo. Se trata de un profesional probo, honesto, proactivo y con mucha experiencia en la gestión universitaria. Ha sido también Director de Carrera, Decano, Director de Investigación y de Posgrado y Director de Relaciones Internacionales. Su presencia en la fórmula es una garantía de trabajo, honestidad y transformación de la Institución, en los términos que mencioné antes.

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