lunes, 16 de mayo de 2016

UCB perfila profesiones en las que el estudiante armará su propio pénsum


Marco A. Fernández. El Rector Nacional de la Universidad Católica Boliviana (UCB) San Pablo habla sobre los cambios que se vienen en la formación de profesionales para el desarrollo del país y del plan 2014-2020 de esa casa de estudios, que busca atender las necesidades de Bolivia y de sus regiones. Fernández, rector de la UCB desde 2013, asegura que la formación de doctores en distintas áreas académicas es crucial para elevar el nivel de los futuros profesionales bolivianos.


La Universidad Católica Boliviana San Pablo cumplirá el sábado 50 años al servicio de la educación en Bolivia, en los que graduó aproximadamente a 28.000 profesionales. Actualmente, es una de las principales casas de estudios superiores del país y cuenta con 14.000 estudiantes en sus unidades regionales de La Paz, Cochabamba, Santa Cruz y Tarija. 

— ¿Cuál es la guía que orienta el trabajo de la universidad?

— Nuestro plan estratégico 2014-2020 contiene los objetivos que tenemos para seguir contribuyendo con el desarrollo económico, social y cultural del país y de las regiones donde estamos. Hacemos esta labor a través de la formación de capital humano, de la investigación y de la interacción y poniéndonos metas que son evaluadas cada año (...). La definición de lo que hacemos nos da nuestra identidad. Somos una universidad católica y tenemos el compromiso de llevar a través de nuestras diferentes carreras la cultura que necesita el país para su crecimiento.

— Hay entonces metas nacionales y regionales...

— Las nacionales están orientadas a las necesidades del país y las regionales a los requerimientos específicos de cada departamento. Por ejemplo, implementamos ingenierías en todas nuestras regionales para contribuir a la transformación productiva del país, pero en Santa Cruz estas carreras están enfocadas en los agronegocios, por el potencial agropecuario del departamento; mientras que en Tarija están encausadas a todo lo que tenga que ver con el desarrollo de la petroquímica (...). Tenemos un buen balance que permite a nuestra universidad cubrir todos los requerimientos que se presentan en el país.

— ¿Cuántas de las carreras de la UCB están dirigidas al sector económico y cuántas al social?

— Tenemos cuatro facultades: Ciencias Económicas y Financieras, Ingeniería, Ciencias Humanas y Diseño Gráfico y Arquitectura. La Facultad de Ingeniería es la que tiene la mayor cantidad de carreras, nueve, en relación a las otras que tienen tres o cuatro. Efectivamente, las carreras que más están creciendo son las ingenierías, prueba de ello es que hasta fines de este año inauguraremos un moderno edificio con 30 laboratorios para esa facultad, porque es una apuesta para la formación que queremos impulsar en el país (...). En el mundo, en países como Corea, Japón y Singapur, de donde viene gran parte de la tecnología, avances y descubrimientos, hay una mayor proporción de estudiantes de ingenierías.

— Del total de alumnos de la UCB, ¿cuántos están en carreras tecnológicas y de ingeniería?

— En los últimos cinco años, la presencia de universitarios en ambas carreras en la regional de La Paz —la más grande del país— aumentó de 15 a 25%. Eso es bueno, porque significa que los estudiantes ya no ven a las ingenierías tan complicadas y que su calidad educativa ha mejorado.

— ¿Esa tendencia se replica en otras universidades?

— Este mismo comportamiento se vio en el Sistema de la Universidad Boliviana, compuesto por las universidades públicas, la UCB, la EMI, la Unipol y la UASB.

— ¿Cuál es el principal desafío de la UCB San Pablo?

— Formar capital humano del más alto grado académico: doctores. El doctorado es vital porque llevan adelante la investigación, crucial en la universidad que queremos tener. Pero ¿cuántos doctores hay en el país? En Sudamérica, el país con más doctores es Brasil, con 175.000; le siguen Chile, con 75.000; y Colombia, con 45.000. En Bolivia se calcula que hay unos 1.000, pero necesitamos más para enseñar en áreas como ingeniería, mecatrónica, telecomunicaciones, biotecnología y química. Si uno se pone la meta de abrir una carrera después se preguntará: ¿quién enseñará? Por eso, primero se debe tener una masa crítica de doctores y académicos que puedan llevar adelante la enseñanza en las universidades. Además, las carreras están cambiando en el mundo. Cuando acabe el ciclo de la construcción en la economía habrá gran cantidad de personas que ya no querrán estudiar, por ejemplo, Ingeniería Civil y querrán especializarse en Ingeniería Medioambiental. Se comenzarán a generar así una serie de bifurcaciones del conocimiento, lo que nos impulsará a las universidades a ofrecer carreras para cantidades más pequeñas de estudiantes.

— ¿Y la situación en el país?

— En Bolivia tenemos que ver qué carreras hay que ir limitando. Hemos hecho la prospectiva y en el país crece la demanda por carreras en medio ambiente, agronegocios y petroquímica y disminuye la cantidad de estudiantes en economía, derecho y comunicación, áreas para las que tampoco hay más mercado. Pero no solo importa la demanda del mercado, sino también las necesidades del país. Necesitamos antropólogos, sociólogos y filósofos (...), que no solo sean excelentes profesionales, sino también personas de bien, capaces de luchar contra la corrupción y de respetar la dignidad del ser humano. Estamos trabajando para formar ese tipo de profesionales.

— Entonces, ¿primero se están dedicando a formar doctores que sean catedráticos?

— Sí, porque necesitan impartir el mayor y mejor conocimiento que tienen. Tenemos que cambiar el modelo académico, lo que significará que ya no tengamos que producir carreras como tal, sino conocimiento que estará en algunos cursos y que permita que algunos estudiantes vayan armando los diferentes tipos de profesiones que vamos a necesitar en 10 años (...). En los próximos cinco años tendremos como UCB, aproximadamente, 30 doctores más en ingenierías, medioambiente, psicología, administración de empresas y salud, lo que es una gran cantidad para la realidad de nuestro país y de nuestro sistema educativo.

— El estudiante de cualquier carrera podrá entonces armar su propio pénsum académico...

— Así es, pero (un plan de estudios) que responda a ciertas competencias que la UCB certificará con un grado. Por ejemplo, tenemos demasiados abogados, pero no abogados con un conocimiento específico, por decir, en desarrollo comunitario. Esa malla curricular no contendrá las asignaturas tradicionales de la carrera de Derecho; el estudiante tendrá que tomar cursos de sociología, antropología, economía y otros. Así que vamos a ir personalizando la educación y brindando profesionales que puedan encontrar trabajo y que aporten a las necesidades que tiene el país.

— ¿En cuánto tiempo se podría implementar esa modalidad?

— En dos o tres años (...).

— ¿Este sistema se aplicará solo a nivel de licenciaturas?

— También en diplomados, maestrías, doctorados y otros cursos de especialidad.

Perfil

Nombre: Marco Antonio Fernández Calderón

Profesión: Economista

Cargo: Rector nacional de la UCB

Comprometido con la academia y la investigación

Posee una maestría en Economía Empresarial del INCA (Costa Rica) y una maestría en Administración de Empresas de la Universidad de Tulane (EEUU). Desarrolló programas de especialización en la Universidad de Harvard y en la Universidad de Babson, ambas en Estados Unidos. Desempeñó varios cargos en la UCB, entre ellos Director de la Maestría en Administración de Empresas, Director de la Maestría en Finanzas Empresariales y Director del Instituto del Emprendimiento y la Competitividad de Maestrías para el Desarrollo, el cual también creó. El docente, conferencista e investigador es también autor de obras especializadas en emprendimiento, industria y mercados.



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