Tras una jornada conflictiva y una reunión frustrada , el rector de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS), Luis Garvizu, convocó a una sesión ordinaria de Consejo Universitario en las instalaciones del Comité Cívico para hoy a las 9:00 horas con cinco temas a ser discutidos, en los que se incluye el problema de los 2.400 estudiantes nuevos que no pueden ser inscritos en la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas.
Sin embargo, en horas de la noche, ocho de 13 decanos, le enviaron una carta al Rector poniendo sus reparos a la “intromisión” del ente cívico y al lugar donde fue convocado este nuevo encuentro que pretende poner fin a los conflictos universitarios que comenzaron el 4 de mayo con la suspensión de las elecciones de Rector previstas para el 6.
En la carta dirigida al Rector, los siete decanos firmantes señalan “nos preocupa que dicha convocatoria que usted firma sea ‘refrendada’ y firmada por el presidente del órgano cívico regional que no tiene, según nuestra normativa universitaria y nacional, ninguna potestad para intervenir en la conducción institucional de la Universidad, lo cual significa una clara vulneración de los principios universitarios y una franca intervención a su(la) autonomía”.
La misiva que fue recepcionada por el Rector concluye “como decanos y autoridades universitarias solicitamos a su autoridad convocar a sesión del Honorable Consejo Universitario, mañana viernes, pero en predios de nuestra universidad, para restituir el funcionamiento del máximo órgano de cogobierno y resolver nuestros problemas en el marco de las normas universitarias, en respeto y resguardo de nuestros principios e institucionalidad”.
Cuatro decanos que hablaron con OPINIÓN, y mantienen sus nombres en reserva, dijeron que no asistirán a la convocatoria porque las condiciones no están dadas y que el Comité Cívico nada tiene que ver en este asunto. Además, dijeron que la firma de esa convocatoria estuvo bajo presión.
Hasta las 20:20 horas, el presidente del Comité Cívico, Juan Flores, quien la mañana de ayer hizo una vigilia con unos cincuenta de sus seguidores en instalaciones del Centro de Estudios Superiores (CESU) donde no se pudo instalar la sesión extraordinaria de Consejo Universitario, dijo desconocer el contenido de esa carta y lamentó que los decanos no quieran asistir a la reunión en sus instalaciones.
“Hace un momento hablé con el Rector y no me dijo nada al respecto”.
“Nosotros garantizamos la seguridad de todos los presentes en el Comité Cívico. Lo último que quedamos con el Rector es que nos veríamos en mi oficina a las 8:30 para organizar la sesión”, aseguró Flores.
SUSPENSIÓN Ayer no pudo instalarse la sesión extraordinaria del Consejo aduciendo “falta de garantías y seguridad”, según el rector, Luis Garvizu.
Sin embargo, esta versión fue desmentida por la representante del Comité Ejecutivo de la Universidad Boliviana (CEUB), Sandra Villafane, quien llegó de La Paz por mandato de una resolución de la XI Conferencia Nacional de Universidades como veedora y con la misión de coadyuvar para que se reencause el tema de las elecciones en la UMSS. “A mí me citaron para las 9:00, pero no me dejaron entrar. La suspensión de esta sesión me parece unilateral y el conflicto va persistir. A mí me consta que aquí afuera todo está normal, no hay tensión de los universitarios, tampoco de entidades públicas que quieran boicotear”.
A las 8:25 horas, las puertas del CESU fueron cerradas por efectivos del personal de seguridad de la UMSS cuando vieron que había gente del Comité Cívico que pretendía ingresar al Consejo Universitario. Hubo un forcejeo y nadie más pudo ingresar al recinto, ni siquiera la vicerrectora Mercedes Albornoz, menos algunos decanos y consejeros estudiantiles.
En el interior del CESU solo había una veintena de miembros del Consejo Universitario, cantidad que no hacía quórum porque el mínimo necesario es 29 participantes (50 por ciento más 1) para instalar dicha sesión.
En las afueras del CESU se instalaron haciendo vigilia simpatizantes del Comité Cívico, representantes de la Central Obrera Departamental (COD), maestros urbanos, estudiantes de Derecho y transeúntes.
Las empleadas del CESU salieron de sus oficinas con la instrucción de cerrar con llave las mismas hasta que pase la reunión del Consejo.
Alrededor de las 10:00 horas, un contingente de 50 efectivos de la Policía, al mando del Tcnl. Yuri Tapia, se apostó en las puertas del CESU. Estaban listos con trajes antimotines y gases lacrimógenos. “Mi labor es evitar cualquier desorden público”, dijo.
Después de escaramuzas y la firma de un acuerdo entre el Rector y el presidente del Comité Cívico, la gente comenzó a dispersarse.
Sin embargo, cuando el reloj marcaba las 12:38 horas los guardias de la UMSS le advirtieron al Rector que el dirigente Jarlin Coca y sus seguidores todavía estaban en una de las puertas del CESU. El Rector salió apresuradamente y caminó hasta la intersección de las calles Jordán y Nataniel Aguirre para abordar su vagoneta junto a varias autoridades de la universidad.
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