sábado, 16 de julio de 2016

Homenaje a la FNI Cálculo, precisión y simetría…

La semana pasada asistí a una invitación de la Carrera de Ingeniería de Minas de la Facultad Nacional de Ingeniería de la Universidad Técnica de Oruro (FNI), para dar una conferencia sobre las inversiones en el sector minero nacional y con motivo del 110 aniversario de la fundación de la carrera de minas. Resulta sorprendente tener en el país una academia minera ya centenaria, comprobar su evolución y su vigencia y otear un horizonte que puede ser importante en el desarrollo minero del país si se dan las condiciones adecuadas para la interacción de la academia con los operadores mineros; escasos hoy como empresas formales pero numerosos como unidades artesanales (algunas formales, la mayoría informales), que pueden tener una salida a su informalidad en la investigación y apoyo que puede prestar esta unidad académica, para su transformación paulatina a unidades autogestionarias formales y en su caso a pequeñas y medianas empresas.

Lo que comenzó como una Escuela Práctica de Minería en 1906 que funcionaba en una casa particular del centro orureño, es hoy una moderna estructura académica con una gran infraestructura física y una gran dotación de laboratorios especializados, equipos sofisticados y tecnología moderna, que junto a un entusiasta equipo de profesionales conforman una unidad académica sin lugar a dudas, de las mejores y que junto a su similar de la Universidad Tomás Frías de Potosí, cuyo Instituto Superior Técnico de Minas veía la luz el 1° de Mayo de 1939, conforman la dupla que conjunciona una rica historia que acompañó los años dorados de la minería nacional, cuyos líderes dieron pie; con meridiana visión de futuro; a la creación de estas unidades académicas en los primeros años del siglo pasado. Unidades que acompañaron los avatares de los Barones del Estaño, de la Corporación Minera de Bolivia desde la nacionalización de las minas en 1952, de los modernos empresarios mineros privados y de los actuales operadores formales e informales de la minería nacional.

Siempre sujetas a los avatares políticos estas unidades primarias; que con el tiempo dieron origen a las modernas Facultades de Ingeniería con sus diferentes especialidades; fueron/son el reflejo de esta realidad pasada y presente, con subidas y bajadas de su matrícula en consonancia con las subidas y bajadas de la industria y en respuesta siempre al mercado profesional, que a su vez depende de su nivel de actividad. Hoy la Carrera de Ingeniería de Minas, Petróleos y Geotecnia de la FNI tiene las tres menciones y ha obtenido su Acreditación Académica en 2014. Este esfuerzo es meritorio y refleja su importancia. En lo poco que pude apreciar en mi visita la interacción de esta unidad con la industria minera nacional y regional es todavía incipiente; estimo necesario un impulso de las autoridades de gobierno para promocionar esta y otras unidades académicas que debieran ser el núcleo generador de tecnología y de nuevos proyectos mineros. Hoy más que nunca y cuando la minería nacional transita una época de vacas flacas por los bajos precios de los minerales y metales que producimos y por una sequía de nuevos proyectos mineros de escala mundial, es necesario ponerle el hombro a estas unidades que pueden apalancar la actividad minera del país en sus diferentes etapas, crear tecnología nacional para la explotación de nuestros recursos minerales y transitar a una etapa superior en el desarrollo de la industria minera nacional.

Ciento diez años no se cumplen todos los días, saludo a la carrera de minas donde pasé varios años como profesor y donde siempre me siento en casa cuando retorno, auguro un brillante porvenir a esta unidad académica, a sus docentes, estudiantes y administrativos y como dice el grito de guerra de los ingenieros: Cálculo, Precisión y Simetría… Adelante Ingeniería.

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