Jorge Velasco *
Generalmente los alumnos eligen la universidad en la que estudian por su reputación, costo, pénsum, ubicación, tipo de carrera, etcétera. Pero, ninguno tiene certeza sobre si lo que aprenden les servirá para maximizar sus posibilidades de empleo y afrontar los desafíos profesionales del futuro. Hoy las universidades nacionales deben realizar cambios profundos e innovadores para formar a esos nuevos profesionales.
Para el sociólogo Franco Gamboa, los puntos más problemáticos que afectan a la educación superior nacional son tres: el primero, "la transmisión del conocimiento que sigue siendo repetitiva y los obstáculos institucionales que evitan la investigación de calidad”; el segundo, el "cultivo de la tolerancia y la creatividad en el trabajo de los estudiantes, negando la aceptación de puntos de vista divergentes o nuevos, razón por la que se menosprecia cualquier innovación”, y el tercero, la "transferencia tecnológica o la aplicación del conocimiento para superar los retos de la pobreza y los dilemas del desarrollo económico”.
Según el ranking mundial, estamos lejos de los primeros lugares; las tres universidades mejor posicionadas son la UMSA, la UMSS y la UCB, aunque en los lugares 3.025, 3.272 y 4.575, respectivamente. Estas instituciones de educación superior son juzgadas en base a los siguientes criterios: enseñanza, investigación, transferencia de conocimiento, perspectiva internacional e incorporación laboral de los egresados, entre otros.
Hoy en la mente de los jóvenes bachilleres da vueltas la siguiente pregunta: ¿Cómo me ayudará la universidad a competir en un mercado laboral tan competitivo o realizaré mis sueños a través de poner en marcha mi propio negocio? Esta es la pregunta clave para que las universidades bolivianas planteen propuestas innovadoras, como las que enumero a continuación:
-Ir hacia la universidad digital, con buenos profesores que impartan sus clases presenciales aceptando el conocimiento abierto que se tiene de universidades internacionales, con la introducción de metodologías modernas de "hacer aprendiendo”, cursos online y el uso de herramientas digitales.
-Construir alianzas con la empresa privada y pública (potenciales empleadores) para elaborar conjuntamente los pénsums universitarios y que las empresas encuentren profesionales que satisfagan sus necesidades laborales. Un ejemplo de esto es cómo Jalasoft está trabajando con algunas universidades del sistema para este propósito.
-Ir hacia la educación empresarial, incorporando de manera transversal en todas las carreras materias de innovación y emprendedurismo, con la implementación de incubadoras de empresas y vinculándose al ecosistema emprendedor y startups. Así se fomentará la cultura de emprendimiento en alumnos y profesores. Hoy más que nunca se necesita en las empresas de los intraemprendedores capaces de provocar disrupciones en el mercado.
-Generar programas de intercambio con universidades internacionales, porque es imprescindible que los nuevos profesionales logren experiencias en el extranjero al mismo tiempo que viven, estudian y trabajan. Esto ayuda a los estudiantes a salir de su zona de confort y percibir la economía global, además de practicar otros idiomas, conocer otras culturas y perfeccionar sus conocimientos.
-Proporcionar oferta de carreras híbridas relacionadas con las tendencias futuras y la economía digital: nanotecnología, biogenética, arquitectura-informática, ciberabogado, etcétera.
El futuro ya está aquí, presente, y las universidades que más rápido se adapten a las necesidades del mercado podrán conquistar a los cerca de 50.000 bachilleres que se gradúan anualmente en el país. Es momento de innovar.
*El autor es especialista en cultura emprendedora.
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