UTO Iniciativa de la Facultad de Ciencias Agrarias Implementan un destilador solar para aguas salinas

Con el fin de contribuir al desarrollo regional a través de propuestas investigativas, la Facultad de Ciencias Agrarias y Naturales (FCAN), a través del Laboratorio de Ingeniería Agrícola, implementa un destilador solar que tiene el objetivo de desalinizar las aguas que se tienen en el altiplano, bajar su nivel de conductividad y poderlas utilizarlas en el riego de cultivos.

César Antonio Beltrán Vásquez, jefe de laboratorio del departamento de Ingeniería Agrícola de la FCAN, explicó que junto con los estudiantes, desde hace tres semestres se experimenta con este destilador solar que tiene el objetivo de mejorar la conductividad de las aguas que se tienen en el altiplano, reducir su nivel de salinidad y contar con un pH (medida de acidez o alcalinidad de una disolución), para que pueda ser utilizada en las labores del agro.

Mencionó que uno de los problemas que se tiene en la región, es que las aguas que se tienen, ya sea de ríos, lago o pozos, contienen bastante salinidad, lo que imposibilita que puedan ser utilizados para el riego de los cultivos y mucho menos para la alimentación humana o animal.

Dijo que uno de los ejemplos más claros es el agua con el que actualmente se experimenta, proveniente del sector de Kori Chaca, donde en un estudio inicial, el recurso hídrico contiene una conductividad bastante alta que llega a los 200 y 300 milisiemens (siemens - unidad de conductancia en el Sistema Internacional) por centímetro, por lo que el líquido colectado no sirve para ningún propósito agrícola.

Dijo que la intención del destilador solar es reducir esa conductividad y lograr reducir la salinidad del agua hasta que por lo menos pueda ser utilizado en el riego de cultivos, los resultados preliminares lograron ese objetivo, pero ahora se trata de controlar el pH que marco un grado de acidez alto, por lo que se debe seguir con el proyecto para tener condiciones óptimas.

El docente explicó que la Organización Mundial de la Salud (OMS), establece que el agua apta para el consumo humano debe tener una conductividad promedio entre 200 a 300 microsiemens por centímetro, pero que dicha normativa no se cumple en varias regiones, en el caso de Oruro, estudios que se hicieron en la facultad demostraron que se tiene un promedio de 1.200 1.300 microsiemens.

Agregó que esto podría afectar a la salud humana, pero que sus efectos se evidenciarían a largo plazo, para tener un análisis más concreto se deben hacer otros estudios, principalmente en materia de salud.