La Universidad Privada Boliviana (UPB) consciente de los nuevos retos a los que se enfrentarán los profesionales que se forman en sus aulas, viene trasformando su metodología educativa, para dotar a sus estudiantes de herramientas acordes con los adelantos tecnológicos y los desafíos actuales.
Debido a ello viene implementando, con éxito singular, el aprendizaje basado en retos, explica el vicerrector académico del Campus Cochabamba, Alberto Sanjinés Unzueta, quien sostiene que el objetivo de este método es “identificar un reto de la profesión en el marco de temas y áreas de conocimiento que se complementan, luego se identifica a la empresa y el problema que puede resolverse siguiendo esta metodología. Se conforman grupos de trabajo en una materia o en materias agrupadas y, teniendo bien definidos los conocimientos que requieren los estudiantes para resolver el reto, se los relaciona con la empresa. El docente actúa como facilitador”.
Otros objetivos que persigue este aprendizaje es formar a los estudiantes en la resolución de problemas reales de las empresas u organizaciones con las que van a trabajar, además de dotarles de una metodología que les permita afrontar el reto, e involucrarlos con el mundo profesional real. Súmale a ello el desarrollo de las competencias esenciales requeridas como la comunicación efectiva, el análisis crítico y el razonamiento científico, el liderazgo, el trabajo en equipo, la competencia emocional, etc.
Esta metodología ha sido aplicada en la Cervecería Boliviana Nacional (CBN) donde un equipo de estudiantes realizó el Taquiña Challenge (Reto Taquiña) para diagnosticar y proponer mejoras para las estrategias de ventas.
“Los estudiantes que han vivido esta experiencia ratifican los beneficios esperados: se empoderan porque se ven resolviendo un problema real en tiempo limitado, se relacionan con la cultura organizacional, activan conocimientos previos y adquiridos en la materia, y tienen un manejo eficiente de recursos, entre otros”, asevera Sanjinés.
Antecedentes de la metodología
Si bien la UPB desde sus inicios tiene adoptado el modelo de aprendizaje basado en el desarrollo de competencias, en los últimos años ha venido perfeccionándolo considerando dos factores fundamentales.
El primero, tiene que ver con los cambios que se producen en la forma de aprender y en la forma de vivir la vida de las nuevas generaciones, y el segundo, los cambios en las formas de producir y de trabajar que se vienen dando en el mundo.
En ese marco- explica el Vicerrector Académico- hace ya un buen tiempo definimos cuáles son las competencias esenciales que sostienen la competitividad de los graduados de la UPB, y en base a ellas, hemos iniciado un ambicioso plan de formación docente que requiere profundos cambios en el ejercicio de la docencia.
De esta forma, en 2018 realizamos una serie de talleres con facilitadores expertos a nivel internacional y nos hemos animado a implementar esta última tendencia, que es el aprendizaje basado en retos.
Éste es un aprendizaje activo a través de la experiencia y se fundamenta en los principios del aprendizaje activo y de la vivencia experiencial, “son el MIT y el TEC de Monterrey los líderes en este campo y hemos tenido la suerte de establecer una fuerte relación con los expertos que trabajan en esta metodología en ambas universidades, para facilitar el aprendizaje entre nuestros docentes”, amplifica Sanjinés Unzueta.
Contenidos
El modelo es complejo y requiere de un trabajo previo exhaustivo por parte de los docentes que diseñan el reto. En primer lugar se debe definir una idea general del problema que se pretende solucionar, luego se identifican las materias y conocimientos requeridos, para pasar a plantearse el reto. En este punto es muy importante no confundir el reto con un problema de investigación o un proyecto, por lo que el dimensionamiento es esencial.
Identificada la empresa u organización, se pasa a las etapas de propuesta de las preguntas guía, el diseño de las actividades y la definición de los recursos necesarios. La etapa más rica del reto se produce en la interacción del docente y los estudiantes con la empresa, que concluye con la propuesta de solución. La evaluación también requiere un cuidado diseño pues por una parte el docente, o los docentes, evalúan cada paso y actividad de los estudiantes, así como la empresa evalúa a su vez el proceso y el resultado.
Este tipo de aprendizaje se diferencia de otras porque el trabajo se hace en grupos, se tiene definido claramente el reto a resolver, y porque se genera una dinámica de entorno real de trabajo aplicado, entre docentes, estudiantes y empresa.
El beneficio para la empresa es que obtiene soluciones creativas, innovadoras, con el soporte del entorno universitario.
“A fines del año pasado hemos realizado nuestro primer reto con la Cervecería Boliviana y ya tenemos un grupo de empresas que desean trabajar con nosotros. Planeamos concluir el año con la ejecución de al menos diez retos en cada campus”, finaliza el Vicerrector.//
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