La carrera de Arquitectura de la Universidad Católica Boliviana (UCB) desarrolló tres anteproyectos arquitectónicos de “ágil implemetacion y de bajo costo” con el objetivo de generar mayor capacidad del sistema de salud para internaciones de distintos tipos en el escenario de la pandemia del coronavirus que enfrenta el país.
“En el peor de los escenarios y de no tomarse las medidas preventivas necesarias y de contención se estima que un 60% de la población contraerá el virus, de los cuales a su vez un 15% requerirían de internación en terapia intermedia y un 5% en terapia intensiva, siendo el resto asintomáticos o con síntomas leves”, estima la UCB.
Los tres proyectos, “estructura efímera de emergencia”, “centros pre-hospitalarios” y un “sistema modular de espacios de aislamiento”, fueron desarrollados por María Ximena Blacut, directora del departamento Arquitectura de la universidad, la arquitecta Lucia Lugones, docente, junto a Luis Fernando Landívar, miembros del Colectivo Radical.
La estructura efímera de emergencia consiste en “una unidad de montaje rápida, sencilla, segura y sobre todo económica que se puede implementar en cortos tiempos y en cualquier parte del territorio boliviano, respondiendo a la escasez de espacios (aislados) en los hospitales, como también a la implementación de nuevos espacios que ayuden a evitar la propagación de la enfermedad. Se podrán instalar a las afueras de los hospitales, a manera de expandir su capacidad, como también usarse para crear hospitales de campaña independientes en corto tiempo”, según explica una nota de prensa de la institución.
Los centros pre-hospitalarios permitirán adecuar edificaciones existentes para recibir y separar a pacientes infectados con una misma patología o agente infeccioso de los huéspedes susceptibles, durante el período de transmisibilidad de la enfermedad.
Para esto, la universidad propone una estructura de materiales de uso diario como perfiles metálicos, láminas de madera y tornillos, para lograr un sistema pre-fabricado, efímero, de montaje rápido y adaptable a varias situaciones que procura albergar el mayor número de pacientes tipo 1 de manera rápida, económica y práctica”, explica el documento.
Por último, el “sistema modular de espacios de aislamiento” está destinado a pacientes con Covid-19 sin gravedad y con riesgo social de contagio que reconoce la falencia de áreas de calidad que permitan aislar a pacientes diagnosticados positivos.
Según estos expertos, dará la posibilidad de desarrollar intervenciones momentáneas y reversibles, ocupando áreas públicas.
“El proyecto establece un protocolo de logística de insumos, recolección de residuos, alimentación, infraestructura y transporte de manera que pueda ser replicado en comunidades que no tienen infraestructura para realizar métodos de control, registro y seguimiento de los casos positivos”, explicaron desde la UCB.
Este sistema modular utiliza recursos que a corto y mediano plazo no serán demandados y apunta a la rapidez por su diseño y “podrá ser implementado por personal con baja instrucción técnica y minimiza los residuos constructivos una vez finalizado el periodo de utilización”.
Según la evaluación de la UCB, “la pandemia mundial del Covid-19 nos enfrenta a escenarios nunca antes vistos”. “La gran conectividad global y el fácil desplazamiento de las personas, sumado a la alta tasa de contagio, hacen que los impactos proyectados a nivel local generen un potencial colapso de nuestro sistema de salud”, advierten.
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