miércoles, 8 de abril de 2020

Universidades y la transformación digital



Según la Unesco, hasta la anterior semana, se habían cerrado las aulas en escuelas infantiles, colegios, institutos y universidades para frenar la propagación del coronavirus, en 113 países. Lo que equivale a 850 millones de estudiantes que habían dejado de asistir a clases en el mundo.

De manera abrupta, las instituciones educativas del mundo, han tenido que asumir el reto de dar continuidad a sus labores educativas adaptándose a un ámbito digital, venciendo la lejanía física entre docente y alumnos y sin perder la calidad del proceso enseñanza-aprendizaje. En este proceso de transformación digital, las plataformas tecnológicas y sus herramientas han sido los aliados estratégicos para rediseñar los cursos, organizar las clases, interactuar en directo a través de foros y chats, compartir materiales como videos, presentaciones y transparencias y, también, replantear un nuevo mecanismo de evaluación on line. Sin embargo, el mayor obstáculo para lograr que este proceso sea exitoso será el humano, tanto profesores como alumnos, que deben ser capaces de adaptarse a este nuevo proceso enseñanza-aprendizaje. Por su parte, los gobiernos y las instituciones deben garantizar la accesibilidad y conectividad para aquellas poblaciones de menores recursos.

Sabemos que después de este aislamiento domiciliario, el mundo que vamos a encontrar será muy diferente y las universidades tienen la oportunidad de desarrollar y/o profundizar la educación a distancia. Es el momento de replantear el actual modelo presencial de educación universitaria para hacerlo más equitativo y eficiente. Estamos en la era del conocimiento y se debe buscar que a través de la digitalización la educación universitaria sea más accesible, de manera de llegar a esos lugares distantes para que los pobres tengan las mismas oportunidades de estudio y de empleo. Es momento de desafiar el paradigma del estudio presencial para proponer una nueva forma de enseñanza de mayor alcance y menor costo, sin sacrificar la calidad. Por ejemplo, la Universidad de Stanford ha logrado destacarse en el mundo por sus “cursos masivos y gratuitos de educación digital” (MOOC), logrando sacar el conocimiento de las aulas y poner en jaque a la educación tradicional

Estas universidades exitosas, que ya imparten cursos de manera virtual, cuentan con toda una organización y diseño instruccional que evalúa permanentemente los contenidos y la metodología de los cursos para hacerlos cada vez más atractivos y de mayor calidad. Poseen plataformas tecnológicas que les permiten brindar al usuario la accesibilidad, usabilidad-navegabilidad, seguridad y privacidad, de tal forma que se garantice el correcto funcionamiento y desarrollo de los cursos. Para el proceso de formación-aprendizaje adecuado cuentan con un plantel docente de reconocida trayectoria académica y con el conocimiento de herramientas digitales que facilitan su labor. Los servicios de información y el soporte a los estudiantes también hacen parte fundamental para desarrollar normalmente estas actividades.

En medio de esta cuarentena, universidades prestigiosas de Latinoamérica han lanzado cursos gratuitos on line para aprender desde nuestros hogares, entregando un amplio catálogo de clases virtuales (100 cursos) en las áreas de ciencias sociales, salud, arte y finanzas.

En nuestro país, las universidades han tenido que reaccionar rápidamente y muchos docentes ya están impartiendo sus materias de manera virtual, para permanecer en contacto e interactuando con parte de una población estudiantil que bordea el medio millón de personas.

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