Las once universidades públicas del Sistema Universitario Boliviano se declararon en emergencia por la crisis financiera que atraviesan debido a la reducción drástica de sus recursos económicos que hace poco inviable los pagos de salarios de docentes y administrativos de abril. Advierten un problema mayor para las planillas de mayo; además, alertan que si la iliquidez continúa será poco viable terminar la gestión académica 2020.
El Comité Ejecutivo Universitario Boliviano (CEUB) informó que las universidades enfrentan “una preocupante crisis económica”, por la reducción de recursos en sus cuatro fuentes de financiamiento: Tesoro General de la Nación (TGN), coparticipación tributaria, Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) y prestación de servicios o ingresos por recursos propios.
En el primer cuatrimestre del año (enero, febrero, marzo y abril) el ingreso por coparticipación tributaria disminuyó en un 44,4%, lo que generó una iliquidez de 390 millones de bolivianos. Esa situación, según la CEUB, no permite cancelar salarios porque del total de ingresos por coparticipación el 60% va a sueldos.
“En la actualidad, hasta el 17 de mayo, cinco universidades carecen de recursos económicos para cancelar sueldos y salarios de abril de los docentes y administrativos, son: Universidad Técnica de Oruro (UTO), Universidad Mayor y Pontificia de San Francisco Xavier de Chuquisaca, Universidad Pública de El Alto (UPEA), Universidad Mayor de San Simón (UMSS) y la Universidad Autónoma del Beni José Ballivián”, señala un comunicado.
La CEUB advirtió que el sistema universitario está en emergencia nacional y que se agotó todo mecanismo de comunicación con el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, así también remarcó que el Gobierno de la presidenta Jeanine Áñez no atendió las necesidades de las casas superiores de estudio por lo que se ve inviable cumplir con la gestión 2020.
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