Son 58 millones de bolivianos de déficit financiero con los que inició el año 2021 la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS), eso significa que podrá funcionar solo hasta agosto de este año, según explicaron desde el Rectorado de esa casa de estudios superiores. La dirigencia estudiantil observa que hubo un incremento desmedido de personal administrativo.
El 2020 el Gobierno nacional otorgó una subvención extraordinaria a la UAJMS de casi 20 millones de bolivianos, monto que permitió pagar aguinaldos a docentes y administrativos, pero no cerrar el déficit. Por ello, la administración se ve en la obligación de pagar salarios de diciembre del 2020 con recursos del 2021.
Gonzalo Gandarillas
El rector de la UAJMS Gonzalo Gandarillas explicó que recurrir al dinero del año 2021 para pagar sueldos y salarios del 2020, acarrea problemas financieros, y eso significa que solo habrá presupuesto hasta agosto.
La autoridad refiere que el presupuesto de la estatal, por lo general, ronda entre los 350 y 360 millones de bolivianos, de los cuales, 220 están destinados a pagar sueldos y salarios para docentes y administrativos, o a lo que ellos denominan el “grupo diez mil”.
Gandarillas indicó que la subvención ordinaria que da el Gobierno nacional se redujo en casi un 29 por ciento, eso significó una disminución del 14 por ciento del presupuesto para sueldos.
En ese sentido, la autoridad manifestó que otras universidades tienen déficit, unas más que otras. Por eso, el Sistema Universitario de Bolivia acordó pedir al Gobierno nacional un apoyo financiero, de manera que se garantice la culminación de la educación universitaria. Esperan que en marzo ya estén en mesas de negociaciones con el Ministerio de Economía.
Por su parte, el ejecutivo interino de la Federación Universitaria de Docentes (FUD), Carlos Kuncar, recordó que el Gobierno nacional, por obligación constitucional, debe socorrer económicamente a las universidades
El dirigente también indicó que el Comité Ejecutivo de Universidades de Bolivia (CEUB) hará un análisis de cómo fueron dañadas las universidades económicamente por el efecto de la pandemia.
Excesivo personal
Por su parte, el vicepresidente de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB), Roberto León, lamentó que las autoridades de la estatal tarijeña hayan empeñado la educación superior. Señala que hubo una contratación desmedida de personal, es por eso que la subvención que se quiere gestionar es para pagar salarios, cuando el pedido debería ser para equipar laboratorios y nuevas infraestructuras.
“Para devolver favores políticos se crearon cargos que antes no existían, como el coordinador del Chaco, que ni siquiera está en la estructura de la Universidad ni en el Estatuto Orgánico. Eso incrementa las planillas de sueldos – comentó León –. Las secretarias tienen sus propias secretarias, eso no es correcto para una institución. Si se va a las oficinas de la U, se verá a personal más enfocado en el celular que en el trabajo, porque no tienen un manual de funciones específico para su cargo. Contrataron más de 100 personas, es mucho para una institución en crisis”.
El dirigente también señaló que se usaron recursos del Impuesto Directo a los Hidrocarburos (IDH) de los estudiantes.
Gandarillas, por su parte, explicó que porcentualmente los recursos del IDH estudiantil no se redujeron, pero el monto como tal sí disminuyó, porque también bajaron los ingresos de esa partida. Pero tratarán de inyectar más recursos para darles más beneficios a los universitarios, los cuales se harán oficiales en las próximas semanas.
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